El director deportivo del Valencia ha concedido una entrevista a un medio valenciano en la que dice un montón de cosas y da muchas explicaciones, unas más creíbles que otras, pero vamos a detenernos en una reflexión acerca del descontento de los aficionados con el proyecto de Peter Lim y de la capacidad de aguante que puede llegar a tener la gente, porque está claro que las cosas no van precisamente bien y, para colmo, se lesionan todos los centrales. Viene a decir García Pitarch que los aficionados «tienen una realidad y es que el club ha estado al borde de la desaparición y para que no desapareciera tuvo que estar gestionado por políticos y banqueros. Eso lo tienen claro. Esa es la sensación de Jesús García Pitarch, valenciano que no ha vivido los últimos años en Valencia. No tengo la proximidad, pero tengo la sensación de que la gente es más madura de lo que pensamos. La gente sabe que el club vivió por encima de sus posibilidades y eso ha hecho que hay un dueño que ha puesto su patrimonio aquí y está intentando encontrar un equilibrio entre lo financiero y lo deportivo. Creo que eso la gente lo está entendiendo y los periodistas menos». Mestalla es, de hecho, el puro reflejo de una verdad que, si no es exactamente así, se le parece bastante. Hoy el aficionado tiene claro que esto ha cambiado y que hay un propietario al que seguramente no se le puede echar con un simple «Peter vete ya», aunque sí hay periodistas que todavía piensan que lo pueden conseguir con las mismas presiones y coacciones que antes sí tenían efecto. El aficionado ha madurado más que nosotros porque su único interés es que esto funcione, que el equipo gane, les alegre la existencia y puedan estar orgullosos de ser del Valencia. Claro que todo tiene un límite y podemos estar más o menos cerca, el crédito y el respeto hacia el que manda no lo resiste todo, hacen falta gestos y también realidades.

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