No soy nadie para juzgar quién tiene razón y quién no. Supongo que los que se ven con argumentos para defender a Parejo lo hacen convencidos, de la misma manera que los que lo critican. He pensado sobre el asunto Parejo y sobre la revolución que pretende hacer el Valencia y he llegado a una conclusión; teniendo en cuenta la situación deportiva del equipo, tengo dos opciones, aplaudir el cambio y ayudar en la medida de lo posible, o seguir diciendo que la gestión deportiva de Meriton es un desastre. Y creo que hacer lo segundo no tiene sentido. Me ha dicho mi neurona preguntona que no puedo criticar la gestión deportiva y después no aplaudir los evidentes intentos del Valencia por cambiarla. Porque eso supongo que no se puede negar; desde la rueda de prensa del FUORI el club trabaja en una dirección cuyo objetivo final es hacer un equipo más competitivo. Será el fútbol quien nos diga si aciertan o se equivocan, pero tampoco estaría mal que esperáramos antes de quemar la falla. De Parejo pienso sinceramente que lo mejor es que salga, no digo que sea mal jugador, pero en el Valencia no le veo futuro a medio plazo. Creo que todo el mundo merece una tercera o cuarta oportunidad, pero también creo que este cuento se ha acabado. El Valencia tiene que venderlo asumiendo incluso que es factible que donde vaya triunfe, pero hay veces que en variar el rumbo por completo está el remedio. La solución a los males del club no es la salida de Parejo, pero se le parece. Lamentablemente los problemas del Valencia son mucho más profundos y graves que un jugador. El problema del Valencia es de identificación, es un club sin estructura interna apreciable desde la distancia, sin líder, y eso ha degenerado en una plantilla que se siente de paso. Por ello digo que aunque la salida de Parejo no es la solución se le parece porque puede ser un primer paso. El FUORI de Prandelli reclama futbolistas comprometidos, y Parejo hace lo que hace en Anoeta y luego se pega un festival... Tras las palabras del técnico toca pasar a los hechos. El que quiera, que dé un paso al frente. O que siga de fiesta...

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