El comportamiento de la afición del Valencia en los últimos días está siendo espectacular. Demuestra síntomas de una madurez impensable en otro momento. El martes Mestalla registró una entrada que ahora mismo el club no merece. Sólo algunos socios faltaron. Las taquillas agotaron las entradas, muchos niños acudieron al templo aprovechando las vacaciones navideñas y las manifestaciones anti-Lim tanto dentro como fuera del estadio fueron dentro de los márgenes de la corrección. Los valencianistas son conscientes de que sólo ellos pueden salvar el empastre en el que los dirigentes han metido al equipo. Sin ir más lejos, la Curva Nord anunció ayer que a partir del próximo domingo, día 15, ante el Espanyol animará al equipo durante los 90 minutos y dejará las protestas para el previo, el descanso y el postpartido. Una muestra más de sensatez. Enhorabuena a la CN10. Enhorabuena a toda la afición.

‘Fuori’

Cesare Prandelli no es un mártir en este despropósito en que Meriton ha convertido al Valencia. El italiano será muy íntegro, tendrá unos valores muy sólidos y lo que queramos, pero ha dejado tirado al equipo. Eso es una realidad innegable. Hay siempre una tendencia en el entorno valencianista a justificar las decisiones individuales sin pensar en el daño que provocan al club. Aquí parece que el Valencia es lo de menos. Lo único trascendente parece que sea que a Prandelli le han engañado. Pues no, nos han engañado a todos. La primera engañada, la afición. Por no hablar de las consecuencias de su marcha. Para empezar, la mínima planificación deportiva que estaba diseñada queda anulada. ¿Qué marinero quiere subir a un barco donde el responsable ha saltado por la borda? Además, su hoja de servicios deja mucho que desear. Ha encumbrado con titularidades y minutos a jugadores como Fede Cartabia que jamás debería haber vestido la camiseta del Valencia. Ha apartado del once a José Luis Gayà en favor de un ex futbolista como Siqueira. Ha desarrollado un plan físico (¡ay!, la rampa...) que ha arruinado con lesiones a una plantilla ya de por sí debilitada con tanto cambio de entrenador. Y lo que es más grave: ha sumado una pírrica victoria en la Liga. ¿Y tenemos que aplaudirle? Va, home, va… Lo único que le podemos agradecer al entrenador italiano es que haya provocado la reacción de la masa social. Punto. Todo lo demás, está de sobra. Fuori.

Voro sí, Voro no

Por minutos pienso que Voro es la persona ideal para sacar al Valencia del abismo en el que se ha metido, y acto seguido me parece increíble que una persona que no se dedica a entrenar sea quien tenga esa enorme responsabilidad. Voro es un tío cojonudo y seguramente quien mejor conoce a cada uno de los jugadores que conforman esta descompensada plantilla. Son argumentos suficientes para poner en sus manos el triste reto de salvar la categoría. Pero por otro lado me parece injusto y oportunista. Lo que está claro es que la decisión no puede estar supeditada al resultado del lunes en El Sadar o de la jornada siguiente contra el Espanyol. Si se apuesta por Voro, que sea con todas las consecuencias. Como dice el de l’Alcudia, queda mucha Liga y está capacitado para sacar esto adelante. Sort, Voro.

Indignos

El partido que firmaron el martes Enzo Pérez y Joao Cancelo fue indigno. Nunca había visto tanta desgana y mediocridad. En las últimas horas he escuchado muchos comentarios de sorpresa por la decisión del Barça de fichar a Cancelo pese a su rendimiento. La verdad, me la pela el Barça. Lo que quiero es que Cancelo, mientras luzca la camiseta del Valencia, ofrezca un rendimiento cuanto menos aceptable. La derrota ante el Celta tiene para mi tres grandes culpables: Prandelli por dejar tirado al equipo a tres días del partido, Enzo Pérez y Cancelo. Estos dos futbolistas regalaron los dos primeros goles al Celta y el capitán en concreto buscó su expulsión de manera descarada tras recibir la tarjeta amarilla. O a mi me lo pareció. Revisen el video.Quiles

Este 2017 ha empezado de la peor manera. Un gran valencianista como Víctor Quiles, de Sedaví, nos ha dejado. El puto cáncer se lo ha llevado. Desde estas líneas, mi homenaje a un hombre amante del fútbol que nos deja a un sucesor enorme. Valencianista como su padre, por supuesto. ¡Amunt Víctor Quiles Jr!

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