El tema principal está claro. La dimisión anunciada de Suso García Pitarch y su posterior rueda de prensa sí sirvió para confirmar un par de cosas ineludibles. Primero, los jefes son todos muy buenos incluido Mendes. Y segundo, Damià Vidagany es mi gran enemigo en el Valencia Club de Fútbol. Y miren, sin entrar a valorar a fondo la rueda de prensa de Suso yo me quedo con la sensación mayor: el Valencia es una casa de locos y esa casa de locos es la que nos está acercando pasito a paso a la segunda división.Lo de Vorete

Bien, paso ya de García Pitarch y me meto de lleno en lo que es actualidad y la actualidad puramente deportiva pasa por Voro y su continuidad hasta final de temporada. Una cosa estaba clara: si Voro se sentaba el domingo ante el Espanyol ya no podría volver a ser el Delegado del equipo. Y otra cosa es más clara todavía: el ‘fichaje’ de Voro de aquí a final de campaña supone cerrar una puerta a la especulación y pegar un portazo a esas dudas generadas por Prandelli y su despedida. ¿Si Voro sabe de su oficio? Pues miren, en su día Voro se sacó el carnet de entrenador pero al final siempre ha preferido actuar como delegado. ¿Y? Pues que yo, pase lo que pase y de aquí a final de temporada, le deseo a Voro toda la suerte del mundo y que logre salvar al Valencia. Ese es el objetivo, su objetivo, y no existe otro más importante para este club desnortado.

Lo de Mario Suárez

El comentario en las redes sociales de Mario Suárez no tiene desperdicio. Indica que él jugó de central, fuera de su puesto y en un lugar nada natural para él, porque un jugador seleccionado por Voro para cumplir esa misión se negó en rotundo a actuar en el puesto de central. Y sí, Mario Suárez no es central y eso se le notó un disparate en el mal partido que jugó contra Osasuna... pero jugó ahí y se comió el marrón. Bien, existen todo tipo de teorías sobre qué jugador le dijo a Voro que él no quería ser central. Vale, lo dejo ahí. Ahora bien, Voro ya es entrenador oficial a todos los efectos y a partir de hoy debe ejercer su puesto con autoridad. Es decir, si Voro cree que tú debes jugar ahí... juegas ahí y punto. Voro debe ejercer con autoridad y los jugadores tienen la obligación moral de ayudarle.

Lo de hoy

Pues sí, hoy en mi agenda era un día especial para prestar atención a la Copa y al partido de vuelta en Balaídos. Pero eso fue hasta el partido de ida, hasta el día que Voro redebutó con el Valencia. Tras la justa goleada del Celta en Mestalla la eliminatoria quedó decidida y lo de hoy debe servir únicamente a Voro para despejar incógnitas y hacer pruebas pensando en el futuro. El Valencia hoy no se la juega... pero un Voro con todo el poder a su cargo de aquí a junio sí se juega mucho... entre otras cosas su prestigio.

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