Le voy a coger prestada la idea a un colega que denunciaba días atrás (sin malos rollos) que en Orriols se han obsesionado con los fichajes que se plantean en Butarque desde que Rubén Pérez acabara allí. Y por no perder tiempo en qué fue primero, si el huevo a la gallina, diré que no veo el problema por ningún sitio. Es normal que Levante, Leganés y Alavés, por citar tres clubes modestos y con presupuestos más limitados, luchen prácticamente por los mismos futbolistas. Lo que no lo sería es que algunos de estos se planteara pujar por Neymar, ¿no? Ni que a estas alturas del verano, quien más y quien menos, no estuviéramos enganchados al tema de los fichajes. Hablando del brasileño, de la ética en las negociaciones y del ‘Lega’. A su llegada al PSG, Al Khelaifi advirtió que serían respetuosos con los otros equipos, pero que estos deberían atenerse a las consecuencias si intentaban quitarles jugadores.

Delantero y central: Las joyas de la corona

Poco va a durarle a Doukouré el honor de ser el fichaje más caro en la ‘era Tito’. Una vez él y Róber fichados, y con Ivi o Samu en puertas, la plantilla empieza a tomar forma a 15 días de LaLiga. Faltarán el ‘9’ y el central de referencia. Aquellos que deberían proporcionar realmente altos vuelos al equipo, aunque también los costes más elevados. Para suplir la dolorosa baja de Roger, y ya que no dan para más las restricciones presupuestarias (quizá, excesivas), puede que caiga una apuesta más experimental que otra cosa. Hasta el pretendido Borré, por quien el Atleti pedía tres millones a cambio del 50 por 100 de sus derechos, que finalmente se los llevará River, tenía su cierto riesgo.

Un alivio para los granotas: El ‘auto de la vergüenza’

La noticia del sobreseimiento de la investigación del Levante-Zaragoza corrió como la pólvora en Orriols, hasta llegar a Leicester. Cierra una herida, restituye a varios emblemas del levantinismo y desnuda a Tebas. ¿Ahora quién tiene vergüenza?

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