Desde que la alcaldesa de Valencia demostró el martes sus nulas aptitudes con una de las dos lenguas oficiales en la ciudad que gobierna desde hace 24 años, me he estado debatiendo entre la risa o el llanto. Y, sinceramente, el tema es más para lo segundo, para llorar, pero visto que en este país nunca pasa nada por muy gorda que la líe el político de turno es mejor echarse unas risas y más ahora que se acercan la primavera, estación que la sangre altera, y nuestras queridas Fallas. Con 'el caloret faller', pronosticado con precisión por doña Rita, ha llegado también a Mestalla el segundo partido consecutivo en domingo al mediodía por obra y gracia del presidente de la Liga, Javier Tebas. Si hace algo menos de dos semanas el Getafe nos dio el sofoco en una soleada mañana, hasta que Feghouli y Negredo arreglaron el asunto, este próximo domingo el rival será una Real Sociedad imprevisible y bastante más peligrosa. Lejos ya de atentados políticos contra la lengua, y fuera de bromas, calor por parte de la afición es lo que va a necesitar el conjunto de Nuno Espírito Santo en la visita de los chicos del escocés Moyes. El hecho de poder cargar la mochila con otros tres puntos y viajar al Calderón mirando de tú a tú al Atlético es lo único que importa... Ver las gradas del estadio otra vez llenas más allá del tifo que las decore, ganar, pasarse deprisa y corriendo por la Mascletà, comerse luego una sabrosa paella, o lo que a cada uno le venga en gana, y a las siete de la tarde sentarse delante de la tele deseando con todas las fuerzas que Emery y Simeone empaten y se dejen un punto en el camino. Todo eso es lo único que importa. En definitiva, un domingo de valencianismo, un sentimiento que por la capital del reino -o la Meseta, como dice Carlos Bosch, al que no pretendo robarle las patentes, que luego se me enfada- y por sus emisoras de radio importa entre cero o nada; quizás, de vez en cuando como herramienta mediática. Servidor prefiere quedarse con lo que recortan en Madrid, con lo que por allí no vende, las palabras de Rodrigo Moreno invitando a los valencianistas a ayudar al equipo: "Lo más importante es que ellos nos animen y se den cuenta de que son importantes para nosotros, de que son un pilar fundamental, como se está comprobando en esta Liga". O lo que dijo de otra manera Álvaro Negredo en la portada de Superdeporte: "Cada partido ahora es vital y necesitamos a nuestra gente". Mestalla no va a fallar, los jugadores y Nuno, tampoco. Así que poco tiene que hacer Canales y sus nuevos amigos de la Real Sociedad en nuestra fortaleza inexpugnable.