Siempre he opinado que lo mismo me da, que me da lo mismo, la partida de nacimiento de un jugador. Lo primero, por encima de la querida terreta, es la valía que el susodicho tenga en los pies y la cabeza. Sin embargo, como dice Vicente Bau, uno con el tiempo evoluciona mientras la experiencia nos demuestra que nada es eterno ni tampoco absoluto. Y el Valencia CF de esta temporada, donde los vínculos con la gente del lugar se destrozaron sin ningún punto de racionalidad „así como cuando cambias de canal pensando en las musarañas„, confirma esa regla, confirma que todo tiene sus excepciones y que en la plantilla de este año de pesadilla se echa de menos jugadores con un sentido de identidad mejor desarrollado. Ayer lo vi clarísimo en la rueda de prensa de Fernando Giner. Preguntado por si falta en el equipo ese sentido de pertenencia, contestó dubitativo: «No€ Tenemos a Gayà, Jaume, Alcácer€ „un par de segundos en silencio„ y Fran Villalba».

La historia lo prueba, Mestalla es infalible

Giner nos dijo «no», pero su cara, espejo del alma „eso dicen„, le delató. Sin decirlo, el ´Xufa´ confesaba con la mirada que estaría fenomenal contar en el grupo con tres o cuatro ´Paquitos Alcácer´ más o poder practicar a nueve o diez una transfusión de la sangre de Jaume Domènech. Con todo eso sería muchísimo más sencillo conseguir lo que ahora se le está pidiendo a la afición: engancharse a un equipo incapaz de encender la llama por sí solo. De todos modos, el valencianismo es lo suficientemente maduro para saber la dificultad de lo que se presenta. No cabe duda de que se va a volcar como lo hizo con los recibimientos al equipo en 2015, 2014 ó durante la campaña en Segunda, como cuentan en páginas interiores Arias, Fernando, Valdez, Tendillo o el mismo Giner. Lo harán, a pesar de que Gary Neville peca en lo suyo de la misma inexperiencia y falta de sensibilidad que Peter Lim a la hora de conectar con la sociedad valencianista. La suplencia de Jaume podría titularse así: Historia de una injusticia. El mejor futbolista de la temporada, quien ha provocado que el Valencia no esté ya entre las arenas movedizas del descenso, calienta banquillo por un error en Anoeta. O ese es el pretexto. «Jaume, titular» es uno de los mensajes que el aficionado le ha lanzado al inglés, quien le regaló el miércoles en la Copa el partido de la basura. La actuación de Neville con el portero de Almenara no hace más que restarle puntos dentro del vestuario y entre una afición a la que la garra del ´Gat´ era de lo poco que la movía de la silla. Precisamente, para mover al valencianismo lo que sí estaría de lujo es que el propietario se pasara por Valencia y cogiera él el micro para llamar a la unión. Por ahora sólo lo han hecho Amadeo Salvo, expresidente, y la Asociación de Futbolistas. That´s incredible!

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