Todos se merecen una segunda oportunidad y Ever se ha empeñado en ser protagonista. Si sigue a este ritmo, el único que le puede frenar es el árbitro, como hizo ayer el árbitro Fernández Borbalán tras dejar atrás a tres jugadores del Getafe y se disponía a pisar el área. El Valencia baila al son que quiere el argentino, le da otro aire, el día que consiga mantener la continuidad a este nivel comenzará su marcha atrás en el club. No es fácil encontrar un futbolista como él, capaz de ver ese pase letal en profundidad que nadie puede olfatear. Ése es su territorio y pocos pueden entrar en él. Ha madurado mucho el argentino desde el día que aterrizó procedente de Argentina, aún bromea recordando esos instantes en la terminal de Barajas cuando aún no había amanecido para realizarle la primera entrevista en Europa, eso sí, él aún conserva esa esencia de intentar hacer un cañito al rival cada vez que puede. Son cosas que sólo tienen los jugadores diferentes como él.

¿Espectáculo? Al teatro

Cuando uno se sienta delante del televisor a ver un Chelsea3 - Arsenal 5 antes de hacer lo propio con el VCF, la verdad es que corre seriamente el riesgo de entrar en una depresión. Hay tanta distancia como de Valencia a Londres, pero aquí todos nos hemos ido contentos por otra victoria, y los seguidores de los todopoderosos Blues —con un Juan Mata estelar— disfrutaron del partido pero llegaron a casa y se pusieron a rabiar por la derrota. ¿Quién se va a acordar en unas semanas de cómo se ganó al Getafe? No atrae de momento el fútbol que interpreta la tropa que dirige Unai Emery, pero la verdadera atracción son los resultados. La afición disfruta con las victorias, otra historia bien distinta es el camino que uno elija, pero como diría la ´Bruja´ Verón, «el que quiera ver un espectáculo que vaya al teatro». Soy partidario de exigir, es la única fórmula para ser cada día mejor, pero siempre partiendo de las victorias…

Yo prefiero el colchón

Aunque el Levante nos esté cegando a todos un poco por un inicio estratosférico, no podemos obviar el colchón de puntos que está sacando el Valencia a todos aquellos que teóricamente persiguen el mismo fin de disputar la próxima edición de la Champions. Con la salvedad del Sevilla, que está detrás pero codo con codo con el VCF a expensas de que se cumplan los presagios del presidente del Zaragoza sobre las segundas vueltas de Marcelino, el equipo blanquinegro le saca once puntos al Villarreal, once al Atlético a expensas de su resultado de hoy y al Málaga le está costando engrasar su maquinaria. Levantando la mirada hacia arriba, donde hay que hacerlo, el Barça y el Madrid están a la vista. Y esto una vez se ha recorrido el primer cuarto de liga. Prefiero ver la botella medio llena.

¡Aduriz está de vuelta!

Iker Muniain se sale, Isaac Cuenca aparece en el Barça, Deulofeu… ¿Por qué eso nunca ocurre en el Valencia? Para apostar por gente de la casa necesitas el respaldo máximo de la zona noble, y a día de hoy eso es impensable en un club que exige el resultado inmediato, de ahí lo importante que es recuperar a gente que sufre internamente como nadie. ¡Aduriz está de vuelta! Con trabajo todo se consigue.