Hasta el piloto del avión con el que se desplazó el VCF a Barcelona espera la clasificación valencianista, aunque había que leer entre líneas su mensaje para saber que era… hincha del Athletic. Nada más tomar tierra en el aeropuerto de El Prat, le deseó toda la suerte del mundo al equipo que dirige Unai, porque «el temible Athletic os espera». ¿Un apoyo con mensaje subliminal? La plantilla agradeció el detalle, pero sabe que si se plantan en la final de Copa los temibles van a ser ellos.

Rami y Soso fliparon

Los 19 convocados no variaron sus hábitos en el desplazamiento pero son conscientes de que no era uno más. Las muestras de apoyo de los aficionados calaron entre los futbolistas que llevan poco tiempo en Valencia, como fueron los casos de Rami o Soso Feghouli. Notaron ese cosquilleo antes de pasar el control policial para dirigirse a la puerta de embarque, pero sobre todo empezaron a ser conscientes de la importancia que tiene para la afición estar en una final de Copa. Los dos franceses esperaron a que entraran el resto de compañeros para ver las caras de ilusión que transmiten los valencianistas, antes de comentarlo en torno a un café mientras esperaban la llamada para embarcar. Y como es habitual, mesas grandes porque en el vestuario blanquinegro hay mucha unión.

Un vuelo turbulento

Y aunque no está el portero César, que lo pasaba fatal en los vuelos con turbulencias, las fuertes rachas de viento casi le amargan la noche a alguno. Tras los primeros minutos posteriores al despegue de Manises hubo algún jugador que se quedó blanco, pero rápidamente apareció el grupo del parchís (Soldado, Jordi Alba, Bruno y Parejo) para tratar de hacerlo más ameno.

Braulio con Llorente

Las 68 plazas del avión —más pequeño del habitual que tiene 90 butacas— se llenaron y Manuel Llorente varió su asiento habitual en la primera fila. El presidente eligió esta vez la segunda fila, justo detrás de donde se sientan Unai y Carcedo, y estuvo todo el viaje hablando con Braulio Vázquez.

La maleta de Alves

La resolución del TAS sobre Alberto Contador, sancionado dos años por clembuterol, también fue motivo de comentario. Una de las consignas dadas por los técnicos es no obsesionarse con el partido en las horas previas y sobre este tema llegaron a la siguiente conclusión: ¿cómo es posible tener un porcentaje de clembuterol en la sangre si no lo ingieres? Motivo de bromas también fue el olvido de Diego Alves, que se dejó la maleta en el autocar, pero «mientras no se deje las manos para el partido».

Con el traje… a casa

Mientras los futbolistas llegaban al hotel escucharon por la radio los dos primeros goles del Athletic, anotados por Muniain y Susaeta. No es frecuente llegar pasadas las diez de la noche al hotel, pero las sesiones vespertinas y el retraso a la hora de recoger las maletas tiene este peaje. Eso sí, peor fue la sensación de los futbolistas que acudieron a la Ciudad Deportiva con el traje oficial puesto… y se volvieron con él a casa. Unai optó por convocar a 19 y hoy realizará un descarte.

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