El equipo de Genovés de Sergio, Alberto y Roberto se ha proclamado campeón de la XXII Lliga de Raspall - Trofeu Diputació de València al imponerse en la final sobre el trío de La Llosa de Ranes de Guille, Moro y Tonet II. El encuentro, disputado en la noche del viernes en el trinquet Císcar de Piles, se decidió por el resultado de 25-5.

La partida tuvo dos factores principales. El primero fue la magnífica actuación de Sergio, que estuvo superlativo. Fue una apisonadora, una máquina que golpeaba y golpeaba, siempre con contundencia, independientemente de su ubicación en el resto o en el dau.

Y el segundo, quizás el decisivo, el desgaste, que acusó en mayor medida el equipo de La Llosa de Ranes. El calor en el trinquet era tremendo y la partida extremadamente pesada ya que la vaqueta iba y venía constantemente. Fue como presenciar un combate de boxeo en el que, ya en los últimos asaltos, los púgiles lanzan el brazo por inercia sabedores de que el golpe de gracia es prácticamente una quimera.

Equilibrio en el inicio

En su inicio la final resultó preciosa a la vez que equilibrada. El primer juego sí fue claro para los de Genovés, que rentabilizaron el lado bueno de la cancha, el dau, gracias al saque de Sergio y al tino de Alberto y Roberto en el remate posterior. Enfrente, los de La Llosa no salieron con el mismo brío.

Acto seguido cambió el panorama. Sergio, Alberto y Roberto volvían a dominar y colocaron el val-15 en el marcador. Pero surgió Guille para espolear a sus compañeros, que se contagiaron de su buen hacer. Tablas en el marcador (5-5) aunque los de La Llosa sumaron en el tercer val. Ahora sí los dos bandos pegaban por igual.

Después aconteció un parcial que básicamente fue un duelo entre restos. La pelota volaba de ‘cap a cap’ aunque los mitgers y punters aparecían para adjudicarse el mérito de conseguir el quinze. De nuevo volvían a sumar los del dau, esto es, Sergio y los suyos (10-5).

En el juego siguiente, cambiaron las tornas. Hubo val en los dos tríos y varias igualadas para deleite de los presentes, que se lo pasaban en grande con el esfuerzo de los pilotaris. A la postre, juego para los de Genovés desde el resto y 15 por 5 en el electrónico.

En la reanudación, más de lo mismo pero al revés. De nuevo intercambio de golpes y ventajas varias pero ahora sumaban los de La Llosa, también al resto (15-10).

Despegue

A estas alturas de la partida las fuerzas habían menguado y de qué manera, sobretodo en el bando de los de la Llosa. Y Sergio, que no bajaba el ritmo, seguía apretando para encararse a la galería o favorecer el remate de sus compañeros (20-10).

Ya no había color. De hecho, el parcial siguiente fue testimonial.