El empresario y mecenas de la pilota, José Luís López, manifestaba el lunes a este diario su intención de concretar de manera inminente la compra de Pelayo. Su propuesta definitiva asciende a medio millón de euros, sin embargo, ayer el propietario del recinto manifestaba a Superdeporte que no aceptará la oferta al considerarla insuficiente pero que sí está abierto a la posibilidad del alquiler a largo plazo.

Según manifiesta Amorós, la reunión entre él y José Luís López tendrá lugar en breve aunque aún no se ha fijado un día concreto pese a que se especulaba con el próximo sábado o incluso el lunes. «Yo viajaré a Valencia esta misma semana y por mí podemos quedar el próximo viernes, sábado, domingo, lunes o martes. Cualquiera de esos cinco días sería posible pero por el momento no hemos concretado fecha», explica Amorós.

Lo que sí parece seguro es que el propietario de Pelayo no aceptará el medio millón de euros que López ofrece para la compra. «Existe la opción de arrendamiento y de compra, pero vender tiene el problema de la tasación, que en 2009 se fijó en 664.058 euros». Por ello, Amorós debería pagar impuestos de acuerdo a esta cantidad y si aceptase la oferta de José Luís López, la venta del trinquet sería prácticamente como si hubiese vendido un piso. «No me parece correcto. Los quinientos mil euros es una cifra que llama la atención pero no es suficiente por el valor del trinquet. De ahí que el alquiler pase a ser ahora la opción más probable, como lo ha sido desde un principio", afirma el dueño del Trinquet de Pelayo, Jaime Amorós.

Amorós viajará a Valencia para reunirse con López pero también para defender su imagen ante los medios, ya que se considera maltratado. «Creo que no se está ofreciendo una visión objetiva y se está dando a entender que mi excesivo afán de lucro está impidiendo que se realice la venta, cuando no es así», y añade, «quiero dejar claro que estoy muy vinculado al trinquet desde pequeño. La vida me ha llevado a fijar mi residencia fuera de Valencia, pero aún así el cierre del trinquet me afectaría mucho, porque también lo siento como valenciano», añade Amorós.

En cuanto al tercero en litigio, Arturo Tuzón, Jaime Amorós no esconde que la relación entre ambos dista de ser cordial. «No quiero focalizar la situación con el señor Tuzón pero no le tengo simpatía porque incluso me ha llegado a difamar diciendo que no soy valenciano. Yo lo que puedo decir es que existe un contrato en vigor entre los hermanos Tuzón y mi persona que termina el 31 de diciembre de 2016». «Tuzón quiere rescindir el contrato por un motivo estrictamente económico, ya que especula con la licencia, no debería ser un problema si hubiese voluntad de las instituciones», señala Amorós, que cree que los políticos podrían actuar para que no se perdiese la licencia pese al anunciado cierre del actual trinqueter», concluye.