Natalio era un jugador cotizado por la ´cátedra´ y avezado para las grandes citas crematísticas. Recuerda que un día en Massamagrell se repartieron una propina de cuarenta mil duros de la época. «Jugábamos Antoniet, Alfonso y yo contra Fredi, Oñate y García. Y Alfonso estaba tan nervioso al conocer la posible propina que no sabía dónde ponerse. Al final, como era tan gracioso, estaba preocupado por cómo le iba a explicar a su mujer el dinero que llevó a casa».

El ´manchego de Torrent´ dice también que en Borriana jugó grandes partidas con mucho dinero en juego. Era un trinquet que le iba bien a su estilo, de jugar siempre en busca de la ´careta´. La propina más fuerte, cuya cantidad no quiere precisar, se la llevó en El Zurdo. «Jugamos Rovell, Machí y yo contra Eusebio y Xatet II. El trinquet estaba a reventar y ganamos 60-55 pero perdimos los iguales de diez, que valían mucho».

Después de tres operaciones Natalio mermó bastante y se retiró. Estuvo casi veinte años al frente del trinquet de Torrent. «Me defendía pero era una instalación muy vieja y al final lo dejé porque perdía dinero. Ahora el trinquet cobra nueva vida gracias al club, al que estoy muy agradecido por el homenaje, que ha sido una sorpresa».