Un arranque fulgurante le dio al trío de Punxa, Dorín y Pau el pase a la final del Trofeu Corts Valencianes después de derrotar 25-5 a Sergio, Sanchis y Raúl ayer en OlivaSergio, Sanchis y Raúl . Punxa se encaramó pronto hasta el 20-0, momento en el que Sanchis mejoró y contagió a los suyos. El de Montesa anotó el juego que hacía albergar esperanza en una posible remontada (5-20), pero fue una ilusión que Punxa se encargó de apagar en la reanudación. Moltó y Coeter II esperan a este trío en la final, programada para el sábado a las 18.30 horas en Bellreguard.

En cuanto a la aportación de cada una de las líneas, en el bando vencedor llevaron el peso, como es lógico, Punxa y Dorín. El de Xeraco entró a última hora en sustitución de Brisca, baja por una gripe estomacal. Y cumplió con creces su misión de pararle pelotas a su resto y atacar el tamborí rival. Pau, por su lado, intervino siempre con acierto y aportó cosas positivas en todo momento. El joven pilotari pasó la prueba con nota.

En el bando derrotado, a Sergio y Sanchis les costó entrar en partida, y cuando quisieron darse cuenta, era demasiado tarde para reaccionar. Raúl, el prometedor punter de Genovés, tampoco mostró el nivel de otras tardes y pudo hacer poco para frenar la salida en tromba de los rivales.

Al Trofeu Corts Valencianes le queda por delante la gran final, una partida con mucha tela que cortar. En Bellreguard, la Catedral del raspall, Moltó y Coeter II tienen una papeleta difícil contra un trío que ayer mostró trazas de máximo candidato al triunfo. El gran momento de Punxa, su buena compenetración con Dorín y el complemento de Pau pueden ser barreras muy altas contra una pareja en un trinquet noble y rápido.

Pero si el trío se mostró sólido en la semifinal, la pareja no le anduvo a la zaga en su eliminatoria, celebrada el pasado sábado en el trinquet de La Llosa de Ranes. Allí, Moltó y Coeter II tuvieron que emplearse a fondo para doblegar a Ian, Moro y Tonet II (25-15). En una partida para el recuerdo, el resto de Barxeta demostró por qué es campeón individual con un derroche de juego que dejó boquiabiertos a los aficionados, e impotentes a los rivales. Coeter II también se mostró muy recuperado.