El único jugador que repite respecto a la final de la primera edición es Félix, el mitger de Dénia, que el año pasado jugó con Víctor y Canari y que se quedó a las puertas del título tras perder en dos partidas contra Álvaro, Jesús y Herrera.

Fue precisamente en Genovés donde se fraguó la derrota de su equipo, que perdió también la primera cita en Bellreguard. Para Félix, pagaron la novatada, porque aquella partida, celebrada el 4 de julio de 2008, fue el estreno del trinquet ´blau´: «Fuimos a Genovés y era todo nuevo. Ahora ya he jugado cinco partidas y creo que estoy mucho más acoplado al color y, sobre todo, a la luz, que me molesta mucho», señala el jugador.

Félix está operado de la vista y asegura que la iluminación del trinquet de Genovés le incomoda bastante: «Lo que más me molesta es la luz, algunos focos que me deslumbran mucho», asegura. Tanto inconveniente le ve el de Dénia al recinto azul que lo señala como «el último» que se le ocurriría si le diesen a elegir dónde celebrar la final.

A pesar de ello, ha ganado ya algunas partidas en la cancha de la localidad de la Costera, la última, en la Copa contra Álvaro, el pasado día 8 de mayo, y confía en que le sirva la experiencia adquirida a lo largo de casi un año de partidas. Además, esta semana tiene previsto ir entrenar al menos «un par de días», asegura.

La clave, fallar menos

A los 29 años Félix ha alcanzado la madurez deportiva. El mejor jugador de Val Net en el año 2007 sabe que, como en cualquier competición que se celebre con las galerías prohibidas, el secreto es pasar siempre la pelota al otro lado de la cuerda y «no hacer fallos» o, al menos, hacer menos que los rivales. El de Dénia es consciente de la contra que tiene su equipo en la final. Entre los oponentes se encuentra uno de los mejores mitgers de la historia, Sarasol II, cuya característica actualmente, cuando ha llegado a los 38 años al máximo nivel, es tener siempre la pelota pasada, por muy violenta que llegue. Félix ya ha diseñado la estrategia para evitarle: «Sobre todo, desde el resto hacia el dau, hay que buscar los escalones y la muralla de la derecha, ahí está el quince en Genovés», dice. Y advierte de la peligrosidad del trío local en su conjunto, que pudo comrobar en directo el viernes por la noche en Bellreguard: «Ya sabemos quién es Sarasol II, pero León también está muy bien de forma; a pesar de ser resto hace muchos quinces».