Anatoli Karpov, a diferencia de su contrincante Kasparov, prefirió desplazarse una semana antes del histórico ´match´ a la ciudad del Túria, y desde ayer ya se prepara para la cita en tierras valencianas.

Por contra, el legendario Gary Kasparov continuará concentrado en su residencia de Croacia, donde prepara su esperado regreso al tablero con un entrenamiento específico. La preparación de Kasparov consiste en sesiones de varias horas diarias en las que, entre otras cosas, está haciendo especial hincapié en la especialización de ajedrez explosivo para las partidas rápidas y semi-rápidas en las que se enfrentará a su eterno rival. El ex campeón mundial ya no se encuentra «tan acostumbrado a jugar como antes», aunque en tono de broma dice estar convencido de «conservar una mínima práctica». Sin embargo, según la prensa rusa se encuentra en buena forma debido a su afición a jugar partidas por Internet bajo un pseudónimo y a su faceta como entrenador personal de promesas mundiales.

El ruso ha hecho gala de un estilo completamente opuesto al de su contrincante, ya que pese a que desde la organización, ´Valencia, cuna del ajedrez moderno´, se le ofreció la posibilidad de aterrizar antes, prefirió dilatar su llegada y mantener el suspense sobre su inminente reaparición pública hasta el último instante.

El regreso a los tableros de Kasparov está generando una enorme repercusión, especialmente en Rusia, cuyos medios de comunicación ya tienen acreditados a más de una decena de enviados especiales. Y es que además de una figura del deporte, es un personaje de actualidad política por su oposición al actual presidente, Vladimir Putin, a quien aspira a relevar como primer mandatario.

Para encontrar un hito en la historia del ajedrez de una magnitud similar a este habría que remontarse a 1992, cuando otros dos míticos ajedrecistas, Fischer y Spassky recrearon las partidas por el título mundial disputadas 20 años antes en Islandia.