David Ferrer y Juan Carlos Ferrero, sacaron adelante sin contratiempos sus respectivos compromisos frente Harel Levy (6-1, 6-4 y 6-3) y Dudi Sela (6-4, 6-2 y 6-0), y arrimaron a España hacia su séptima final en la Copa Davis, torneo en el que es la actual campeona.

El factor sorpresa que ha acompañado al conjunto hebreo en su transitar competitivo por el presente año, con victorias a domicilio ante Suecia y como local frente a Rusia, desapareció en la tierra batida de la cancha creada en La Torre Golf resort de Torre Pacheco.

Las carencias en este terreno de los jugadores de Israel fueron evidentes. El empuje y espíritu que mostraron durante parte de cada uno de los compromisos terminó desmoronado, enterrado.

Ferrer tardó menos de dos horas en imponerse a Levy, un jugador anclado en el puesto 140 del ránking mundial, sin pedigrí competitivo a nivel profesional y sólo alentado por sus victorias en la eliminatoria previa, contra Rusia, donde fue capaz de batir a tenistas reputados como Igor Andreev e Igor Kunitsyn.

Nada de eso ocurrió en la superficie del complejo turístico murciano, que contó con la presencia de los lesionados Rafael Nadal y Fernando Verdasco entre el banquillo español, para apoyar a los elegidos por Albert Costa.

El número dos israelí sufrió en tierra, en la que no ha jugado en toda la temporada. Sólo la semana antes a la eliminatoria participó en un challenger (torneo de segunda categoría), donde jugó un par de partidos, para que la pista no le fuera desconocida.

Tampoco fue capaz de hacer frente a la situación Dudi Sela, el principal baluarte israelí en cuanto individuales se refiere. La vigésima novena raqueta del ránking ATP pasó un mal rato. Fue atendido, desde el ecuador del partido, de las dos piernas, del brazo derecho y de la mano.

Con la cara desencajada y el cuerpo abatido se dio de baja del partido en cuanto Ferrero se obcecó en mantenerse en el encuentro. Fue clave el cuarto juego del segundo set. En el que Sela desperdició un puñado de posibilidades de rotura. Eso terminó de hundirle.

Sólo ha ganado este año un partido sobre arcilla la primera raqueta israelí. Fue en la primera ronda de Roland Garros, al francés Lisnard, con el que se dejó, además, un set. "En Israel no tenemos pistas de tierra. Este año he jugado sólo dos torneos y no me he adaptado", reconoció Sela, que resistió dos horas y media a Ferrero.

La leyenda de Goliat y David a la que se aferraba Israel para sobrevivir a la eliminatoria se difumina. Queda a expensas de una remontada épica. Pendiente en primer lugar, del enfrentamiento de dobles entre Jonathan Erlich y Andy Ram y Feliciano López y Tommy Robredo.