Los ex campeones mundiales Anatoly Karpov y Gary Kasparov disputaron veinte partidas simultáneas cada uno en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, donde el martes iniciarán un duelo de exhibición encuadrado dentro de los actos del simposio 'Valencia, cuna del ajedrez moderno'.

Kasparov ganó en algo más de dos horas todas sus partidas, mientras que en la mesa contigua, cinco minutos después, Karpov podía derrotar a todos sus oponentes menos a Irene Arques, una de las mejores jugadoras de la Comunidad Valenciana, a la que le ofreció unas tablas. "Al principio me iba ganando y he conseguido remontarle y me ha ofrecido las tablas", señaló emocionada la jugadora valenciana.

Entre los adversarios de los ex campeones mundiales en las simultáneas se encontraban el ex capitán del Valencia Basket Club, Víctor Luengo, que se midió a Kasparov; y el piloto Jose Luis Pampló, quien ganó la primera carrera en el 'Valencia Street Circuit', al vencer en la prueba del campeonato de España de GT, donde se celebra el Gran Premio de Europa de Fórmula Uno, que fue uno de los que jugó ante Karpov.

Primera victoria en ocho movimientos

Precisamente Karpov fue el primero en derrotar a uno de sus veinte oponentes y para ello necesitó sólo ocho movimientos. Jordi Paniagua, que trabaja para uno de los patrocinadores del evento, señaló que había sido "una experiencia impresionante" medirse con Karpov a pesar de ser el primero en abandonar su silla.

"He conseguido hacerle un jaque pero luego él me lo ha hecho mate que es lo que vale. Cuando eres un aficionado y ves cómo son capaces de jugar con veinte a la vez es algo inabordable", señaló. El ex jugador de baloncesto Víctor Luengo aseguró tras concluir su partida ante Kasparov: "Ha sido como jugar contra Michael Jordan". "Ha sido una experiencia fantástica poder jugar ante un campeón del mundo, algo que difícilmente se podrá repetir. Me he puesto hasta nervioso", añadió.

Karpov y Kasparov, que protagonizaron una década de rivalidad en los tableros, demostraron sus diferentes estilos tanto a la hora de afrontar las partidas como en sus gestos. Kasparov, con americana y vaqueros, se apoyaban con ambos brazos sobre la mesa y fijaba su mirada concentrada en el tablero, mientras que en la otra simultánea, Karpov, de traje de chaqueta y sin corbata, paseaba más relajado, con la mano izquierda en la espalda o en el bolsillo, aunque clavaba la mirada en el rostro de cada adversario antes de realizar su movimiento.