La medalla de oro lograda por Emilio Merchán y Álvaro Fernández Fiuza en K-2, con la que España ha completado siete podios en los Mundiales de maratón, avala que el piragüismo español cuenta muchísimo, como recogían las camisetas y pancartas de los cientos de seguidores desplazados a Oporto para apoyar a selección nacional.

El piragüismo contribuye al momento de oro del deporte español, al que a los tres medallas olímpicas de Pekín en 2008, une en 2009 títulos mundiales en la especialidad de pista y de maratón. El último, logrado este mediodía por Merchán y Fiuza, vencedores del duelo titánico en sprint final con la embarcación sudafricana de los campeón mundiales Rubenstein y Stott, con los que han disputado el oro después de 30 kilómetros dándose relevos durante de regata.

Merchán ha finalizado así un año de ensueño para cualquier deportista. En 2009 se ha proclamado campeón del mundo de K-2 1.000 metros, junto al palentino Diego Cosgaya, y de maratón, con Fernández Fiuza, con el que también ha sido campeón europeo.

Su carisma le ha valido hoy una buena inyección de apoyo extra en el instante en el que más lo necesitaba de la competición. Con representación política incluida, la entusiasta afición española se se agrupó en torno al eslogan "Zamora cuenta mucho" para llevar en volandas al K-2 español.

Este colofón permite a Merchán amortiguar el desencanto y la impotencia que le dejó ayer el percance a falta de menos de un kilómetro cuando acariciaba la medalla de oro.

Merchán y Fiuza presentaron desde la salida sus credenciales como aspirantes al podio. Arrancaron fantásticamente en un inicio que pronto desveló los matices de una regata en la que el primero de los siete porteos ya ofrecía una selección de competidores casi "natural" con diez embarcaciones comandándola, entre ellos los dos K-2 españoles.

Los actuales campeones europeos de la distancia integraron el exclusivo grupo de cuatro barcos que al término de la segunda vuelta ya habían quedado destacados en cabeza de carrera. Merchán y Fiuza llevaban como insignes compañeros a los tripulantes de tres embarcaciones con posibilidad de podio.

El K-2 español enrabietado por la adversidad que privó ayer al zamorano de disputar la medalla de oro imponía su impronta con unos compañeros de lujo, los sudafricanos Rubenstein-Stott, que fueron plata, y los checos Jezek-Odvarko, bronce.

Los palentinos han finalizado en sexto lugar una regata en la que no han podido "más", como ha reconocido Santi Guerrero. Después de una salida que no ha sido mala, el K-2 español ha formado parte del grupo de cabeza inicial de diez unidades para quedar después en un segundo pelotón, con cinco embarcaciones iniciales.

El alto ritmo de competición ha derivado, a medida que transcurría la carrera, en una fraccionamiento unidad por unidad.

Con el marca Jorge Alonso intentando estirar los dedos de su mano izquierda apoyándose en la boca, la embarcación castellano-leonesa supo sufrir hasta el final.

Al final, con el grupo roto y los palentinos pagando muscularmente el sobre-esfuerzo consiguieron mantener la sexta posición, dejando atrás incluso a los argentinos Nestor Pinta y Martin Mozzicaffredo.

El K-2 de María Pérez Piñeiro y Mara Santos finalizaron sextas en una carrera muy dura desde el inicio donde las tres embarcaciones que finalmente obtuvieron el podio ya marcaron un ritmo muy alto, sólo accesible para ese selecto grupo.

Sabedoras de la imposibilidad de luchar por una medalla, las españolas han sido muy competitivas y mantuvieron con firmeza la sexta plaza, la mejor posición de los dos K-2 españoles, ya que la segunda embarcación con Eukene Saez y Tania Lois, tuvo que conformarse con el puesto número 13.

En C-2 de Cristian Ribadomar y David Mascato ha sido plata en una regata muy accidentada en la que un choque de embarcación derivó en un golpe con la pala de Ribadomar en la cabeza de Mascato, que le provocó una herida por la que sangró hasta el final de la prueba, de la que aún restaba más de la mitad. El otro C-2 español, con Alvaro Rodríguez y Diego Romero, ha sido sexto.

El equipo nacional ha mantenido su potencial en la especialidad de larga distancia en la cita mundial en la que ha conseguido cuatro podios en categoría sénior, uno en sub'23 y dos en júnior.

Los oros de Manuel Busto en K-1, Emilio Merchán y Alvaro Fernández Fiuza en K-2, y las platas de Manuel Antonio Campos, en C-1 y Cristian Ribadomar y David Mascato en C-2 han significado cuatro medallas para España en sénior.

A estas se unen el oro de Manuel Garrido, en C-1 sub'23; y el oro y la plata de Carlos Garrote y Rodrigo Cubelos, y Luis Murais y Adrián González, en júnior K-2 y C-2, respectivamente.