La rusa Yelena Isinbayeva, ganadora del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2009, que recogerá de manos de Felipe de Borbón, ha declarado en Oviedo que el salto de pértiga femenino ha dado "mucho glamour" a un deporte "muy femenino y bello" con la incorporación de esta especialidad.

La atleta rusa, de 27 años y poseedora de 27 récords mundiales en salto con pértiga, ha realizado estas manifestaciones durante la rueda de prensa ofrecida horas antes de recibir el galardón, concedido tanto por la "ejemplaridad de su vida y obra" como por las metas que ha conseguido gracias a un "espíritu de superación encomiable".

En referencia a su llegada ayer a Asturias, que contó con un encuentro con niños en el Complejo Deportivo Quirinal, en Avilés, la pertiguista ha revelado que le ha "conmovido" ver "todo lo que se ha organizado aquí".

"Había preparada una gran celebración, me sorprendió", ha dicho Isinbáyeva, quien ha confesado que se encuentra con "muchos nervios" ante el acto de entrega del Premio Príncipe de Asturias, que tendrá lugar esta tarde en el Teatro Campoamor.

"No sé si lo voy a hacer bien en el escenario", ha indicado la saltadora, en poder de un registro de 5,06 metros, quien asegura encontrarse "muy ilusionada".

Al igual que hizo ayer en su acto con los niños, ha abogado por el esfuerzo, ya que "todo se consigue creyendo en ello, trabajando duro, y quizás con suerte también".

Con el recuerdo al trabajo de sus entrenadores, y a la evolución que ha experimentado tras ponerse a las órdenes de su actual técnico, Vitali Petrov, la rusa ha reconocido que cuando éste le comentó que podría llegar a saltar 5 metros, en un momento en que superaba los 4,30, pensó: "Está loco, es muy optimista en cuanto a mis resultados futuros".

Isinbáyeva ha explicado que considera "importante" tener "perfectas" las pértigas con las que realiza sus saltos, y ha desvelado que los colores que aplica en ellas tienen que ver con su grado de rigidez en un deporte "muy técnico y peligroso".

Según ha recordado, tuvo un "shock" cuando el presidente honorífico del Comité Olímpico Internacional y presidente del jurado que le otorgó el Premio Príncipe, Juan Antonio Samaranch, le telefoneó para anunciarle la concesión del galardón.

"Esto significa muchísimo para mí, es un placer formar parte de este Premio que comparto con gente que hacen su trabajo muy bien", ha subrayado la pertiguista a la que le gustaría "seguir vinculada" al deporte, al que afirma que le debe todo lo que tiene.

Isinbayeva, que ha explicado que se tapa la cara con una toalla antes de saltar para evitar que las imágenes capten ese momento de concentración, entiende que sin llegar a ser "aburrido", quizás "lo más difícil" de su trabajo son los entrenamientos al convertirse "siempre en lo mismo".

"Actualmente me sacrifico mucho pero nunca me quejo porque estoy encantada con mi vida", ha dicho la saltadora rusa, que asegura intentar recordar "cosas bonitas" de su pasado para motivarse en los instantes previos al salto, que también afronta pidiendo el apoyo del público para reforzar su dosis de adrenalina y darles a los espectadores el "placer" de compartir los logros alcanzados.