El Circuit Bancaixa cerró ayer casi cinco meses de competición con la disputa del desempate de la final en Llíria. Y el punto final es el mismo que el de los últimos tres años: Genovés II coronado como el mejor resto por equipos. Salva y Nacho le ayudaron, y mucho, pero en esto de la escala i corda, el que juega detrás es el más importante. Y el mejor del último trienio ha sido un hombretón de 28 años, hijo del mítico Paco Cabanes Genovés, que en poco más de una década de carrera deportiva ha logrado algo que está al alcance de muy pocos.

No era una empresa fácil la que tenía ante si Genovés II. Su equipo empezó la final bien, con un 60-25 en el trinquet ´blau´. Pero en el segundo asalto, en Pelayo, fue noqueado por el trío de Alcàsser, un equipo humilde, la sorpresa de la competición, que soñaba con dar la campanada y destronar al campeón. En el momento decisivo, ayer en Llíria, surgió el genio, las manos de Genovés II, su pegada ultrasónica, la que saca a relucir cuando la cosa se pone fea. Imparable para los rivales.

José es todo un experto en finales. Lleva cinco del Individual, tres del Circuit Bancaixa, incontables partidas de mucho compromiso en torneos cortos, en el día a día, en las fiestas de los pueblos, donde le aprietan con el cartel cada año más. Y él sigue ganando.

Este miércoles, por ejemplo, en Guadassuar, se enfrentó junto a Salva a Álvaro, Javi y Oñate. Es decir, la misma partida de la final del Circuit Bancaixa, pero sin punter, y con Álvaro en el lugar de Pedro. Perdía 55-35 y acabó ganando. Ése es Genovés II, un caballo desbocado que, cuando tiene el día, es imparable. Da igual que sea en Llíria, frente a 1.200 espectadores y con un título en juego, que en Guadassuar, con 200 personas y sin nada más bailando de un lado a otro de la cuerda que una buena tarde más.

Ayer tuvo el día, y sus víctimas fueron los componentes del trío de Alcàsser. La sensación que dio el encuentro es que, en el segundo o tercer juego, la partida estaba decidida. Se veía en las caras, en los gestos, en las reacciones, en la forma de golpear la pelota de uno y otro equipo. Fue tal la superioridad de Genovés II, del equipo de Benidorm al completo, que ni se oyó gritar a Oñate. El veterano punter de Massamagrell pareció aceptar que el muro que se interponía entre él y el título era infranqueable. Era Genovés II.

Digno subcampeón

La holgada derrota de ayer no debe empañar la trayectoria de Pedro, Javi y Oñate en el campeonato. El equipo de Alcàsser ha plantado cara hasta el final a un jugador que se sale de la norma, capaz de tirar de su equipo, de levantarse después de un tropiezo, y de mantener un nivel de juego durante tres años insoportable para cuantos rivales le han salido al paso. Ayer lo decía Javi, que su equipo debe consolarse pensando que por detrás han quedado ocho tríos con lo mejor que ha tenido la escala i corda en los últimos tiempos. Y que sólo el mejor ha podido con ellos.

Una victoria rápida e inapelable

Todo estaba a punto. Cada cosa en su lugar. La ´reballà´ hecha, los aficionados en sus localidades, las autoridades en el palco, los aficionados de Massalfassar, pañuelo azul en ristre, soñando con la victoria del pívot de la final, Javi. Benidorm al dau y Alcàsser, por voluntad de Pedro, al resto. Cada cosa estaba en su sitio en Llíria... menos la cabeza de Pedro, Javi y Oñate.

El trío de Alcàsser, impecable hasta ayer, comenzó el asalto definitivo al título fuera de la partida, y Genovés II, Salva y Nacho aprovecharon el regalo y no les permitieron meterse dentro. Los dos primeros juegos fueron en blanco para Benidorm. Y no es que los campeones tuvieran que pelear en exceso cada quince. Es que a Javi no le entró la pelota en las manos. Sin su poder ofensivo llegó el 50-15, el 55-20 y el 60-25. Nadie en el trinquet se podía creer la mutación que había sufrido el trío de Pedro, que pasó de barrer en Pelayo a ser barrido en Llíria con siete días de diferencia.

Mientras todo esto sucedía en la parte azul del trinquet, la parte roja era una apisonadora. No se le contó ningún fallo a Salva hasta el 45-15. Es decir, hasta el sexto juego a su favor. Nacho erró una en el segundo juego y ahí se quedó su contador de fallos. Una anécdota. En cambio, el de Beniparrell, que acaba de cumplir 21 años, rebentó el contador de quinces a su favor.

Y detrás, Genovés II se movía con la agilidad de piernas de un boxeador para corregir posiciones en el ´rebot´. Soltaba el látigo ante los regalos de Alcàsser y recordaba a sus compañeros la estrategia: El quince se hace en dos o tres golpes, una a la muralla, una a la careta, que te la dejen plantada, y jugártela. Y sobre todo, evitar a Oñate, que no entre en juego. Así se cocinó una partida que no tuvo más color que el rojo campeón de Benidorm.

Pedro mantuvo el tipo

El único que se salvó en Alcàsser fue Pedro. El bravo resto de Pelayo fue el mejor de su equipo y sólo al final se contagió del rosario de errores de sus compañeros. A Alcàsser no le salió nada de lo que intentó para revertir la situación.

Oñate se llevó la gran ovación de la tarde, también en el bar

La afición despidió a Alcàsser con cariñosas ovaciones. El trío de Pedro se ha ganado la admiración de todos con su humildad. La dedicada a Oñate sonó a despedida, aunque el jugador ya dijo en SUPER que volverá a disputar el Bancaixa. Los aplusos al ´Nene´ siguieron en el bar.

En la entrega de trofeos gustó el gesto de Nacho, que quiso incluir al feridor Pedrito en la foto de los ganadores. El de Valencia levantó la copa de campeón con el corazón partido: Había hecho campeón a un gran amigo, Genovés II, y subcampeón a otro, Pedro.

Presidió la partida el conseller Serafín Castellano, acompañado por el director general de Deportes, Mateo Castellà, el vicepresidente de la Fundació Bancaixa, José Vicente Torres, la alcaldesa de Alcàsser, Reme Avia, el diputado y alcalde de Massamagrell, Miguel Bailach, el alcalde de Llíria, Manuel Izquierdo (quien se lamentaba por no poder ocupar su habitual lugar debajo de la cuerda), y con todos ellos, Fredi, de Val Net, Ramón Sedeño, presidente de la Federació de Pilota, y José Luis López, de la Confederación Internacional.

Entre los fotógrafos acreditados, toda una sorpresa, el cantautor valenciano Toni de l´Hostal, que sorteó los pelotazos con valentía y sin casco debajo de la ´corda´, como uno más.