La polémica está servida y el escándalo puede ser de proporciones incalculables si la UCI ( Unión Ciclista Internacional) y la Federación Estadounidense de Ciclismo certifican próximamente que la información que han recibido por parte de Floyd Landis en los últimos días es cierta, ya que en ella no sólo reconoce su vinculación con el dopaje, sino que señala también y da detalles de la presunta implicación del que para muchos es el mejor ciclista de la historia, su compatriota Lance Armstrong.

Desposeído de su victoria en el Tour de Francia 2006 tras dar positivo en un control de dopaje, Landis confiesa que utilizó productos y prácticas prohibidas durante toda su carrera deportiva y que otros corredores norteamericanos hicieron lo mismo, una información que detallada en los mensajes por correo electrónico que envió a diversas instituciones del ciclismo y a patrocinadores.

Según un reportaje del diario norteamericano ´The Wall Street Journal´, que ha tenido acceso a varios de esos correos electrónicos, Landis manifiesta ahora su frustración por la incapacidad de las agencias antidopaje para limpiar el deporte y resalta que tanto él como otros ciclistas estadounidenses aprendieron a practicarse transfusiones sanguíneas, tomaron eritropoietina (EPO) y usaron esteroides para mejorar su rendimiento en competición.

Los nombres de sus ex compañeros de equipo George Hincapie, Levi Leipheimer y Dave Zabriskie aparecen igualmente en los mails de Landis, aunque éste detalla más su experiencia con Armstrong, a quien acompañó en tres de sus siete victorias en el Tour de Francia. Y es que según ´The Wall Street Journal´, Landis dice que fue el propio Armstrong quien le instruyó en los efectos de las drogas. «Tuvimos largas conversaciones sobre esto durante los entrenamientos, me explicó la evolución de los controles de EPO y de que había que pasarse a las transfusiones debido a los nuevos tests», relataba Landis en su mensaje. Antes había empezado utilizando parches de testosterona y acabó dopándose con un esteroide líquido por vía oral.

En 2003, después de romperse una costilla, Landis viajó a Girona (España), donde residen varios ciclistas estadounidenses, y allí se extrajo dos unidades de medio litro de sangre con un intervalo de tres semanas, para ser usadas después en el Tour de Francia. Landis asegura que las extracciones se practicó en el apartamento de Armstrong, en cuya cámara frigorífica se conservaban muestras del multicampeón del Tour y de su compañero de equipo Hincapie. Diariamente tenía que controlar la temperatura de la sangre almacenada, especialmente cuando Armstrong tenía que viajar, en cuyo caso le pedía que estuviera pendiente de que no se interrumpiera el fluido eléctrico para que no se estropearan las muestras.

En el mismo mensaje a Johnson, presidente de la Federación Estadounidense, Landis cuenta que en 2006, cuando fichó por el Phonak suizo, le dijo al propietario del equipo, Andy Rihs, que había utilizado un programa de dopaje en su anterior equipo y que deseaba hacer lo mismo en el Phonak. Rihs, según Landis, aceptó.