David Ferrer señaló tras caer eliminado en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos ante Fernando Verdasco, en cinco sets, que es difícil tener un partido tan encarrilado y perderlo, aunque reconoció que se arrugó en los momentos decisivos y entregó el partido al madrileño. "Ha sido un partido duro de perder. No solo por los dos sets arriba, sino por el 4-2 y 30-0 en el quinto o el 4-1 a favor en el tie-break cuando cometí cuatro fallos tontos y eso es debido a que te arrugas. Fue una lástima porque es difícil tener un partido tan ganado y que se te escape de esa manera", explicó.

"Ha sido más por fallos míos que por aciertos de él y cuando es así te vas dolido, aunque Fernando ha estado muy bien de cabeza y se ha encontrado un partido. Lo más duro ha sido cuando has tenido el partido ganado y lo echas a perder", insistió.

Ferrer reconoció que no es la derrota más dolorosa de su carrera aunque sí una de las que más "por cómo fue" y destacó la mejoría de su rival en el aspecto mental. "Verdasco igual al principio ha estado irregular, pero estos partidos hace dos o tres años no los sacaba y ahora sí, porque además tener un potencial tenístico enorme, de cabeza ha madurado muchísimo".

Tras acabar su participación en el último Grand Slam de la temporada, el tenista de Jávea indicó que "ahora a descansar en casa, estar con los míos y reponer fuerzas para la gira asiática que es donde me juego el Masters y a ver si puedo acabar top-ten".