El hombre más veloz del planeta, Usain Bolt, afirmó ayer en Sidney que tiene un nuevo objetivo en mente. Rebajar la barrera de los 9,40 segundos en los100 metros lisos, prueba reina del atletismo y en la que alcanzó la gloria mundial en los JJOO de Pekín en 2008.

El jamaicano participó esta seman en los actos de celebración del décimo aniversario de la cita olímpica en la ciudad australiana. El plusmarquista mundial anunció en el día de ayer que ya piensa en los siguientes juegos que tendrán lugar en Londres dentro de dos años. Para el atleta, bajar esa marca «sería excepcional, pero no es una obsesión ya que soy yo quien tiene el récord mundial». Los 9,40 segundos parecen una barrera difícil de superar, pero Bolt está acostumbrado a gestas similares. Primero fue en las Olimpiadas de Pekín, en las que fue el gran protagonista junto al nadador estadounidense Michael Phelps, arrasando a todos sus rivales en las principales pruebas de atletismo, y consiguiendo además, dos récords mundiales que asombraron al planeta entero.

Un año más tarde, Bolt volvió a hacer posible lo que parecía inalcanzable para el ser humano. Volvió a rebajar la marca establecida en Pekín (9,69), dejándola en 9,58. Todavía tiene dos años de preparación por delante, para superar esas 18 décimas que le separan de su objetivo para los JJOO de Londres. El jamaicano volvió en el mes de agosto a la competición, en la prueba de la Liga Diamante que se disputó en Estocolmo, pero no pudo imponerse a su compatriota Tyson Gay en los 100 metros lisos.