El español Joaquim 'Purito' Rodríguez, del Katusha, a pesar de salir de la contrarreloj de Salamanca con unos tres minutos de retraso sobre sus directos rivales, se ve en condiciones de "luchar por el podio y más cerca que el año pasado".

"Después de la contrarreloj estoy más cerca del podio que el año pasado. En la pasada edición año perdí 6 minutos en la contrarreloj y solo podía pensar la etapa de la Bola del Mundo, pero ahora el podio está a tiro", afirmó.

El ciclista de Parets del Vallés manifestó que después de haber disputado la contrarreloj salmantina se encuentra "físicamente bien" además de que estuvo "a gusto en la crono", que no es su prueba. "Sufrí lo normal, y no fue como el año pasado", resaltó.

Con el ecuador de la carrera a punto de cruzarlo, en su opinión "el favorito número uno" para la victoria final es el italiano Vincenzo Nibali, del Liquigas-Cannondale, que es "el único que no ha tenido un mal día, siempre ha respondido entre los primeros y es el que mejor lo tiene".

También ve que equipos como el Euskaltel-Euskadi y corredores como Carlos Sastre (Geox) y Michele Scarponi (Lampre) pueden protagonizar "un papel clave" en el desenlace de la prueba. "El Euskaltel -reflexionó- lo intentará desde lejos y habrá que estar atentos. Tener equipo va a ser fundamental y puede haber aliados, pero espero que mis principales aliados sean mis ocho compañeros".

'Purito' llega a la segunda semana de carrera como le gustaría y con el único fallo de haber cedido "cincuenta segundos en la ascensión a La Covatilla, pero los cálculos salen".

"El otro día fallé yo en la montaña y otros días han fallado otros", insistió.

El catalán considera que a pesar de haberse disputado etapas muy duras y la contrarreloj, "la Vuelta está súper abierta, con todos en un puño".

La semana que comienza tiene previsiones de mal tiempo y lluvia por lo que considera que "los tres próximos días van a ser de mucho desgaste y durísimos que pueden provocar cambios", no obstante piensa que las llegadas del fin de semana en La Farrapona-Lagos de Somiedo el sábado y L'Angliru el domingo serán "los que marcarán las diferencias".

"El que salga bien de L'Angliru tendrá mucho ganado, pero quedarán dos días en el País Vasco que serán mucho y además Peña Cabarga puede hacer bastante daño porque llegaremos allí con más de doscientos kilómetros", insistió.

"El cambio del tiempo y el agua nos afecta a todos, aunque haya quien diga que le gusta, pero correr así no le gusta a nadie", subrayó.

Después de haber sumido su equipo la responsabilidad de llevar el peso en las jornadas más complicadas espera que en los próximos días "entren en el juego otros equipos como Sky, Liquigas o Leopard y demuestren que han venido a ganar porque hasta ahora las riendas las hemos llevado nosotros.

El catalán reconoció que en la Vuelta está "para ganar" pero no tiene ansia por conseguirlo. "Hay que hacer -dijo- lo que hay que hacer, el año pasado quizá tuve ansia pero los objetivos del Katusha se cumplieron y en esta edición están trabajando bien "con el equipo rodeándome".

En su opinión salir con tres minutos de retraso de la contrarreloj de Salamanca entraba dentro de sus cálculos pero "queda mucha Vuelta".