Si el sábado fue el trinquet Pelayo de Valencia el que acogió la que dicen que fue la mejor partida de escala i corda del año, ayer fue la localidad del Puig la que gozó del tal honor, en este caso en la disciplina del frontón. Al menos, así lo aseguraron buena parte de los aficionados que abarrotaron el recinto, muchos de ellos practicantes de las tres paredes y la gran mayoría expertos en la materia.

El frontón municipal del Puig acogió, por iniciativa del club de pilota local, la revancha de la final del pasado Trofeu Diputació de València, esto es, la competición más relevante de la modalidad. Y por tanto, los contendientes volvieron a ser Puchol II y Montesa así como Álvaro y Jesús. En la primera partida, que tuvo lugar el 23 de septiembre, el título fue para Puchol II y Montesa por el abandono obligado de Álvaro por lesión. Y ayer, la victoria fue de nuevo para Puchol II y Montesa, esta vez después de completar una sensacional batalla deportiva. El resultado fue de 41 por 36.

Naturalmente, los cuatro contendientes completaron una actuación soberbia. Y todos tuvieron su momento de protagonismo y fueron obsequiados con numerosas ovaciones ofrecidas por el respetable.

En el equipo ganador, Montesa fue el pelotari que más aportó en la consecución del quinze. El delantero local volvió a demostrar que conoce ´su´ frontón al dedillo y por momentos parecía que jugaba de memoria, sabiendo hacia qué lado tenía que dirigir la pelota para que los rivales no tuviesen opción; sensacional a la vez que espectacular.

Detrás, Puchol II fue el zaguero perfecto según el criterio de los puristas. Es decir, que su juego no fue tan preciosista como el de Montesa, pero aportó la seguridad que necesita un delantero para centrarse casi exclusivamente en los remates. En cuanto a los derrotados, Álvaro fue el líder del equipo y una vez más se vació en la cancha y demostró que es, sin Núñez en el panorama, el profesional que mejor se desenvuelve en el frontón.

Por su parte, Jesús comenzó algo frío, pero al poco encontró el nivel que estaban exhibiendo el resto de protagonistas. Por tanto, el de Silla también estuvo sobresaliente, máxime teniendo en cuenta que por momentos tenía que ejercer como zaguero ante las constantes subidas de Álvaro a los cuadros próximos a la chapa.