La selección española de balonmano afronta hoy el partido más difícil de los que hasta ahora lleva jugados en el Mundial, en el que se verá las caras con la poderosa Alemania. A partir de las 19 horas, el equipo del valenciano Gedeón Guardiola tratará de superar su primer gran escollo en el camino hacia la conquista de su segundo Mundial tras el de Túnez 2005.

Pero el combinado entrenado por Valero Rivera llega al encuentro con una enorme fortaleza, de la que hizo gala el pasado lunes ante Serbia. Un partido en el que la espectacular organización defensiva permitió ejecutar a la perfección cada una de las jugadas de contraataque. En ese encuentro, los jugadores demostraron que la derrota en la fase de grupos ante Serbia, la única que ha firmado el equipo español, no hizo mella en su moral.

Por su parte, Alemania también llega a la cita con únicamente una derrota a sus espaldas, que sufrió frente a Túnez por 25-23. Sin embargo, los alemanes lograron doblegar a Francia en el último partido de grupos por 32-30, una de las hasta entonces favoritas. Este resultado supuso una dosis de motivación para el equipo, que aspira a sumar su tercer Mundial consecutivo y entrar a formar parte de la historia. No obstante, el técnico alemán Martin Heuberger, afirmó que en el partido contra España tratarán de mostrar el mismo balonmano que exhibieron ante Francia. También indicó que el partido se prevé duro, dado que la selección española cuenta con el apoyo del público, que cuando se le necesita empuja mucho.

En este sentido se pronunció el jugador de España, Albert Rocas, que definió a la afición como «el octavo jugador». Rocas animó a que el público traslade su apoyo en el partido ante Alemania: «Serbia perdía más balones cuanto más se animaba». Por su parte, el pivote valenciano Gedeón Guardiola comentó que el partido «estará muy igualado» porque los dos equipos han seguido una trayectoria «ascendente», pero «España cuenta con la ventaja de jugar en casa».