El pequeño detalle que decantó la primera partida de la final del Circuit Bancaixa fue una actuación enorme de Jesús en Pelayo. El de Silla se multiplicó en la cancha, hizo la cobertura a Soro III cuando estaba descolocado, defendió, se lanzó contra la escala, sacó la izquierda y lo hizo casi todo perfecto para dar medio título al dúo de Alcàsser.

Cada golpe, cada quince decisivo de Jesús sabía a cuenta saldada con la historia del Circuit Bancaixa, una competición ingrata con los grandes mitgers, obligados a formar en equipos menores para equilibrar las partidas. Jesús es un mitger de primera fila, pero no llegaba a una cita así desde 2003. Una década de sequía que quedó compensada. Pelayo se rindió a sus pies.

El mérito es doble, porque Jesús sobresalió entre el gran nivel mostrado por los cinco contendientes. Se dice que en Pelayo un trío tiene mucha ventaja. La Catedral puede ser un matapersonas cuando las partidas se alargan. Pero ayer Jesús hizo la faena de dos y hasta de tres pilotaris. Se reivindicó en el momento oportuno, jugó cómodo, relajado, sabiendo qué hacer en cada momento. También le dio tranquilidad tener detrás al vigente campeón individual.

En contraste con Soro III y Jesús, el trío de Vinalesa anduvo algo ansioso y desconjuntado. Funcionó a arreones, alternando grandes quinces con fallos no forzados. No estuvo al nivel mostrado a lo largo del Circuit Bancaixa. Porque una final no es una partida normal. Hay que saber rendir en las condiciones más extremas. Puchol II, Tato y Herrera tienen una semana por delante para reflexionar y rehacerse.

Antes de empezar, los ´marxadors´ cantaban apuestas de cinco azules, es decir, la cátedra tenía claro que ganaba el trío, solo había que acertar la diferencia de juegos. El inicio del encuentro pareció darles la razón, y Vinalesa se puso por delante dos parciales (30-20). Todo iba bien en el equipo de Puchol II.

Sin embargo, Soro III y Jesús empezaron a soltar la vaqueta con mayor violencia, y llenaron de dudas a los rivales. Del 30-20 se pasó a la igualada a 30, a 35, y al 40-35 para Puchol II. Y ahí se rompió la partida. Con iguales a 40, Jesús cerró un quince para el recuerdo y colocó el 45-40, seguido de otro parcial, en este caso, de val net, para ponerse a dos juegos de la victoria (50-40).

Todas las alarmas de Vinalesa estaban encendidas. Tato no encontraba el sitio y braceaba, contrariado. Puchol II trataba de sujetar al equipo dentro de la partida, y a Herrera le faltaba la inspiración de otras tardes. De todo ello se aprovecharon Soro III y Jesús, que pasaron al resto con 55-45. Y llegó el juego del delirio, el más largo. Cuatro pelotas paradas con val para ganar tuvo Soro III, y no pudo acabar. La resistencia de Vinalesa enamoró al trinquet. En vano. Alcàsser ganó y podría sentenciar el domingo. La Ciutat de la Pilota decidirá.

La Catedral vive el mejor ambiente en años

El trinquet Pelayo vivió un ambiente de lujo en la partida del domingo. Minutos antes de que se abriera la taquilla, había dos docenas de aficionados esperando para retirar las últimas entradas. Eran las 10:00 horas y el bar del trinquet hervía de almuerzos y comentarios sobre la gran final.

Entre las 10:30 y las 11:30 se tuvo que advertir a los espectadores varias veces para que dejaran libre la cancha a los pilotaris para que calentaran. Cuando arrancó la final, el trinquet presentaba un aspecto impresionante. Las dos galerías estaban llenas, en la escala no cabía un alfiler, y el pasillo también estaba repleto de público. Destacó, como es habitual en las finales, la gran presencia de gente joven y de mujeres. La final del Circuit Bancaixa siempre arrastra a numeroso público, pero el ambiente de ayer en la Catedral recuerda a cuando las finales se decidían en partida única. El domingo que viene será el turno de la Ciutat de la Pilota.

Jesús: "Estaba mentalizado para jugar muy tranquilo"

Caras largas en el equipo de Vinalesa y gestos de alegría y cansancio en Alcàsser. «Venía mentalizado para hacer mi juego, para jugar tranquilo. Es la única forma de ganar contra este trío, arriesgando», comentaba Jesús, que sabe la oportunidad que se le presenta y no quiere dejarla pasar: «es muy difícil llegar a una final del Circuit Bancaixa, mucho, y cuando juegas con un resto como Soro III, el número uno, tienes que aprovecharlo».

El propio Soro III elogiaba la actuación de su compañero: «ha hecho una grandísima partida, ha sido espectacular.Yo he intentado pasarle todas las pelotas que he podido, para que hiciera el quince, porque tiene manos para eso», elogiaba el campeón individual.

Puchol II, por su parte, trataba de digerir la cara más amarga del deporte, la derrota: «los nervios no nos han dejado rendir al cien por cien. No me he encontrado a gusto en ningún momento, no entraba en juego y, cuando no juegas a pelota, no puedes ganar. Nuestro fallo puede haber sido no evitar a Jesús. Se ha apoderado de nosotros».