Kike Boned, leyenda viva del fútbol sala español, recibió ayer un caluroso homenaje en Murcia ante 5.000 aficionados que acudieron al último partido del valenciano como jugador de la selección española. El resultado ante Grecia fue lo de menos (14-2 para España), lo más destacado fue la camiseta conmemorativa que se le entregó por los 180 partidos con los que se retira del combinado nacional, con 2 Mundiales y 5 Europeos, es uno de los mejores jugadores de la historia de este país. En palabras a Superdeporte, Kike dijo: "Fue un día de alegría y felicidad, disfruté muchísimo con todos los que aman este deporte y noté el cariño de toda mi gente y de la afición".