"La bahía de San Francisco es un anfiteatro natural para las regatas, pero las instalaciones y calidad de vida Valencia son imbatibles", sentencia Simeón Tienpont, el 'grinder' del catamarán norteamericano Oracle, épico vencedor de la 34 copa del América.

Con 31 años, este deportista e ingeniero naval holandés acumula dos victorias en sus dos únicas participaciones en la competición de vela más importante del mundo (Valencia 2010 y San Francisco 2013) y un cuarto puesto en la Volvo Ocean Race -vuelta al mundo- celebrada en 2005, en la que batió el récord del mundo de navegación en 24 horas.

Como la mayoría de marineros, conoce bien cientos de puertos alrededor del mundo, pero el de Valencia ha supuesto un punto de inflexión en su vida, tanto en lo profesional, por haberse iniciado en la Copa del América, como en lo personal, al casarse con una periodista valenciana "En la última edición de la Copa del América, en San Francisco, las bases de los equipos estaban dispersas, no había el ambiente que se vivió en Valencia en la copa de 2010 y, por supuesto en la de 2007, con muchos más equipos. Fue una lástima que Madrid no lograse los Juegos, porque Valencia hubiese sido una excelente sede", añade.

Sin embargo, reconoce que la última Copa ha supuesto un antes y un después no solo para esta competición, sino para el mundo de la vela.

"Es indudable que los catamaranes voladores que hemos creado han supuesto una revolución, pero más allá de los barcos, San Francisco ha sido un escenario único, con un campo de regatas situado entre el Golden Gate o Alcatraz, y frente a todo el distrito financiero de la ciudad. Estuvimos muy cerca del público, les podíamos oír desde el barco, y ellos nos veían desde las ventanas de sus casas u oficinas. Nos hemos sentido como futbolistas o estrellas de rock", explica.

Por el contrario, reconoce que en Valencia la navegación se hacía más complicada en determinadas jornadas por el viento, menos intenso, y el público tenía muchas más dificultades para seguir la competición. "En la bahía de San Francisco el público podía ver en directo la evolución de los barcos, y se enganchó con la competición, comprobaba en sus móviles datos como la dirección y fuerza del viento, corrientes, mapas virtuales del campo de regatas, etc. y además, la realización televisiva fue espectacular, con entrevistas en directo desde dentro de los barcos e imágenes espectaculares en alta definición".

A su juicio, este tipo de retransmisión ha dado en el clavo, y augura que en próximas ediciones "los espectadores podrán conocer en directo la frecuencia cardiaca del caña, la potencia que generan los 'grinders' o las fuerzas 'G' del barco, como en la Fórmula 1".

Como integrante de un equipo que pasará a la historia al remontar un 8-1 en contra al sindicato neozelandés, Tienpont destaca la componente psicológica de su reacción, y asegura que "no se hicieron demasiados cambios en el barco". "Probablemente la clave fue la gran presión a la que nos sometió el rival, mucho más rápido que nosotros en tramos con viento en contra. Eso nos obligó a entrenar y desmontar el barco cada día durante 25 consecutivos, fue un esfuerzo increíble".

Este es uno de los motivos por los que las tripulaciones han evolucionado de forma radical en las últimas dos ediciones, de los veteranos 'lobos de mar' que manejaban los monocascos a los "action man" en los que, según Tienpont, se han convertido quienes se suben a bordo de los catamaranes voladores. "Es un deporte muy exigente, extremo, que exige un gran tono físico y también rapidez mental".

Sobre la posibilidad de que Europa vuelva a acoger una futura edición de la Copa del América Tienpont es optimista, y cita al sindicato italiano Prada o al Sueco Artemis como principales candidatos. "Realmente tenemos todos los recursos para ganar y quizá un abaratamiento de costes, un diseño único, propiciaría la presencia de más sindicatos. El equipo Oracle cuenta en su plantilla con navegantes y diseñadores europeos, entre ellos varios españoles (Eduardo Aldaz, Javier Cuevas, Manuel Ruiz de Elvira y Juan Vila) que han ocupado puestos clave en los sistemas informáticos, el diseño y la construcción del barco y también en el manejo de datos meteorológicos".

En lo personal, reconoce que le gustaría regresar al equipo norteamericano de cara a la próxima Copa (2017), competición que pretende compaginar con un puesto en la próxima Volvo que parte el año que viene de Alicante y su inminente paternidad.