José Manuel Pellicer (Benicarló, 1973) regresa al Dakar tras un año de ausencia. El castellonense aprovechó en 2012 la ocasión que le brindó la lesión de Fretigné para acompañar como mochilero a un incipiente Joan Barreda (Torreblanca, 1983), que en esa edición ganó la primera etapa para un valenciano en el mítico raid, a la que seguirían cuatro más en 2013, todas con Husqvarna. Ahora, con Barreda enrolado en las filas de HRC Honda (llevará el 3 en su moto) y ya como firme alternativa a Marc Coma (KTM) y Cyril Despres (Yamaha), Pellicer afrontará del 3 al 18 de enero su séptimo Dakar, diez años después del primero y mejor, en el que acabó decimoséptimo.

El benicarlando, que se había planteado incluso la retirada, apura los días para ponerse físicamente a punto antes de viajar a Rosario (Argentina) en poco más de un mes con el equipo Motor Grau XRaids de Lleida y el apoyo de Suzuki Europa. «Me convencieron para entrar en el proyecto de desarrollo de la moto en el Dakar hasta 2015, y tras probarla en Marruecos y en el Desafío Inca, pinta muy bien», asegura Pellicer, que llevará la única Suzuki 450 Rally construida íntegramente en fibra de carbono. De hecho, del 2 al 7 de diciembre realizará un último test en Marruecos en el que montará un nuevo depósito de gasolina elaborado con este material. El equipo ha renunciado a embarcar la moto en el puerto francés de Le Havre como el resto de equipos „el carguero partió ayer y llegará a Sudamérica en un mes aproximadamente„ y cruzará el charco en avión en cuanto regrese del norte de África.

Pellicer, que ganó el África Race en 2009, cuando la amenaza terrorista suspendió el Dakar y le obligó a cambiar de continente, prefiere no ponerse objetivos en su vuelta. «Firmaría acabar entre los 20 o 15 primeros, pero no tengo la preparación buena ni estoy físicamente perfecto. Pero me conozco muy bien el Dakar y voy a controlarme a mi manera, sin fallar y procurando divertirme», añade Pellicer, que llevará el 33, y que desea toda la suerte del mundo a Barreda.

«Antes que gane otro, ojalá que lo haga un valenciano, pero está difícil, hay jóvenes que van muy rápido y el Dakar ha cambiado, ahora son etapas más cortas en las que se corre mucho. Es una lotería, solo deseo que no tengan ningún susto. Barreda puede ganar perfectamente 5 o 6 etapas, pero que no falle...Corre mucho, y controlar eso es difícil durante tantos días en los que pueden pasar muchas cosas».

Por su parte, el piloto de Requena Julián Villarrubia (1976) iniciará su cuarto Dakar y por segundo año consecutivo lo hará como mochilero del quad del polaco Rafal Sonik, al que llevó al tercer cajón del podio en 2013, pero esta vez contará con su mecánico de confianza Ernesto Gómez, de Xirivella.

No ha creado aún escuela pero la organización le da todas las facilidades. Su Yamaha JVO llevará a petición propia el último dorsal entre las motos (196). Ya recuperado de la fractura de tibia que sufrió en julio en Brasil, su objetivo es cerrar el pelotón y esperar a los cuadriciclos, que salen tres minutos después.

Villarrubia quiere «repetir o mejorar cajón», está «alegre» por la vuelta de Pellicer, «todo un referente suyo» y al que ve «entre los cinco primeros» porque «el Dakar le debe algo», y sueña con ver ganar a Barreda, «el más rápido entre los favoritos, ojalá sea su año».