Tres días y subiendo, es el tiempo que lleva retenido el ´nuevo´ fichaje del Sueca Ricers. El mexicano Jesús Alberto Cantú, más conocido en el mundo del fútbol americano como ´Chuy´, viajaba el pasado lunes desde Cancún dispuesto a enrolarse por cuarto año consecutivo en las filas del equipo suecano, club que jugará a partir de diciembre, la segunda división nacional, tras lograr el triunfo en la Lliga Valenciana la temporada pasada.

Se trata de un club ´amateur´, por ello el mexicano venía a España sin contrato y simplemente tenía acordado con el club el pago del vuelo en cuestión, la cesión de un piso para vivir y la manutención durante los meses que durara la liga.

No se imaginaba que su ´nueva´ aventura en España se convertiría esta vez en odisea. Lleva retenido desde que su avión aterrizó en Barajas en el puesto fronterizo, la ´cárcel´ del aeropuerto madrileño.

No le dejan coger su maleta

Jesús no puede acceder a su maleta, que aguarda una solución, apenas a unos metros de donde su dueño ´reside´ desde el lunes. Este miércoles, el retenido atendió a Superdeporte y lo hizo, según sus palabras, vestido con la misma ropa con la que llegó, aunque puede lavarla a mano él mismo en el grifo del baño compartido que tienen a su disposición las personas que pasan allí horas -en su caso días- retenidas.

«He visto cómo se iban marchando varias personas que estaban retenidas como yo desde ese día, incluso personas que han llegado después ya se han ido, creo que soy el único que queda desde el lunes», afirma un ´Chuy´ que ha recurrido a la paciencia y a la tranquilidad hasta que se resuelva el tema. Explica que la mayoría de los ´rehenes´ son de origen sudamericano y que ha hablado con gente allí que ya no piensa volver a España por cosas como esta.

Desde el club llevan varios días intentando encontrar una solución para que ´Chuy´ pueda llegar a Sueca antes del próximo domingo, pues si no lo logran, el jugador estará obligado a volver a su país en el vuelo de ese mismo día. «Sería la ruina para el club», afirma uno de los directivos que añade: «no sólo en lo económico, sino en lo personal, porque perderíamos a un jugador al que ya consideramos de la familia y que es los mejores de su país», pero viene cada año a Sueca, por el «gran trato que le dan y porque disfruta de su pasión, el fútbol americano».