Después de un fructífero 2013 en el que Tamara Gómez se reafirmaba como una de las grandes esperanzas del triatlón español de cara a los Juegos Olímpicos de Río 2016, ahora, a esta alicantina de 23 años le está tocando vivir el lado amargo del deporte de elite, el de las lesiones: "para mí 2014 está siendo un año muy malo, apenas he podido competir", se lamenta Tamara que desde febrero arrastra una compleja lesión en la rodilla derecha que le ha impedido rendir a su nivel: "empecé a sentir un dolor en la rodilla pero no sabemos muy bien a qué se debe. Fui a la Copa del Mundo en Australia y Nueva Zelanda pero volví peor".

Tamara Gómez es una luchadora por lo que, pese al dolor, ha seguido intentando competir y hasta el último momento ha apurado sus opciones de lograr una plaza para el Campeonato del Mundo sub´23, uno de sus grandes objetivos para esta temporada y que a causa de la lesión, no ha podido alcanzar: "la semana pasada fui a competir a la Copa de Europa de Banyoles, era mi última oportunidad de clasificarme para el Mundial sub´23, apenas llevaba entrenando unas semanas y lógicamente no salió bien". Tamara tenía previsto participar este fin de semana en la Copa del Mundo en Hungría pero una nueva lesión en el sóleo se lo impedirá: "no quiero arriesgarme, me van a hacer unas pruebas en Madrid para saber el alcance de la lesión".

La ilicitana esta temporada no podrá repetir su gran actuación en el Mundial sub´23 de 2013 en el que quedó 6º ni en el Campeonato de Europa, en el que alcanzó la quinta posición: "tengo ganas de que acaba este año, de recuperarme y volver a competir al máximo". Pese a todos los obstáculos Tamara sigue teniendo en Río su gran meta: "este año ha sido malo, no he podido sumar puntos en el ránking mundial, pero aún no está todo perdido ni mucho menos. De hecho, los años más importantes para lograr la clasificación olímpica son 2015 y 2016, y ahí sí espero estar a tope".

Tamara Gómez es una de las firmes realidades del triatlón femenino español: "en hombres España tiene un nivel increíble, tenemos a 4 clasificados entre los 12 mejores del mundo. En chicas sin embargo, el nivel es más bajo pero ahora hay una generación de jóvenes triatletas, entre las que me incluyo, que estamos alcanzando un buen nivel. Cada vez hay más mujeres en España dedicándose a este deporte y eso es algo importante".

La valenciana llegó al triatlón casi por casualidad: "de pequeña hacía natación, luego empecé a correr crosses con el colegio y al final me apunté a un club de atletismo. Un chico del club me habló del triatlón y me convenció para probar. Más tarde participé en una toma de tiempos de tecnificación de la Federación, me dijeron que tenía potencial, así que solicité una beca y me la concedieron. Desde entonces, llevo ya 5 años en la Residencia Blume de Madrid". Tamara agradeció todo el apoyo que está recibiendo del Proyecto FER, así como de su familia y entrenadores: "en estos momentos difíciles suponen un gran apoyo".