El francés Mahiedine Mekhissi-Benabbad, descalificado tras ganar la final de 3.000 obstáculos por quitarse la camiseta en la recta, se proclamó campeón de Europa de 1.500 y, con ademanes de prepotencia, volvió a despreciar a sus rivales cuando se vio seguro ganador.

David Bustos, el único español en la final, terminó sexto con un tiempo de 3:46.92 dos años después de conseguir la medalla de bronce en Helsinki.

Mekhissi no se desnudó esta vez de cintura para arriba, pero en la recta se mofó de sus rivales mientras con la mano les apremiaba a que se acercaran a él, si podían. Venció con una marca de 3:45.60 después de lanzar un duro ataque a la entrada del último giro que puso veinte metros por delante.

El noruego Henrik Engebrigtsen, defensor del título, fue segundo con 3:46.10 y el británico Chris O'Hare tercero con 3:46.18 en una carrera lentísima en la que se dejó todo para la última vuelta.

Bustos se puso al frente para evitar tropezones pero sin forzar (1:03.47 el primer 400, 2:10.12 el 800). El grupo iba dormido, apelotonado hasta que Mekhissi salió como una flecha al penetrar en el último giro y abrió un hueco enorme. Nadie pudo discutirle la victoria

Recalificado el viernes para la final tras sufrir una caída en la segunda serie por un empellón del austríaco Abdreas Vojta, Bustos no descartaba nada en la final. Se sentía en forma, presto para aprovechar esta segunda oportunidad que le ofrecía el destino.

A los alicientes que presenta toda final de 1.500 se añadía hoy el morbo de conocer si el francés Mahiedine Mekhissi-Benabbad, desposeído -tras una reclamación española- de su victoria en 3.000 m obstáculos por quitarse la camiseta en plena recta final, sería capaz de hacerse con un oro de ley.

Mekhissi, como en la final de 3.000 metros obstáculos, volvió a ser el más fuerte sobre la pista, pero sus maneras no estuvieron acordes con el rango de un campeón.