Ya lo era pero Álvaro oficializó su condición de leyenda del deporte de la pilota valenciana en su última partida como profesional, que tuvo lugar en un abarrotado trinquet Pelayo. La tarde fue perfecta ya que como era de esperar el público acudió en masa para ser testigo en primera persona de un acontecimiento histórico. Y es que no todos los días se despide un ilustre, un hombre récord y referente del trinquet que en su día revoluciono su pasión y su trabajo con una preparación y una profesionalidad antes desconocida y ahora imitada por los jóvenes.

Antes de la partida se completó el acto de despedida, que más bien fue un homenaje al jugador en el que estuvieron representadas todas las instituciones públicas y también los estamentos de la pilota. Y aunque es habitual que los políticos se conviertan en protagonistas de este tipo de eventos, máxime cuando se otean unas elecciones en el horizonte, todos entendieron que la única estrella que tenía que brillar en Pelayo era la del propio Álvaro. Tanto es así, que la única autoridad que se dirigió al público fue el alcalde Faura, Toni Gaspar, pero únicamente para anunciar que el detalle conmemorativo que había preparado su consistorio es la imagen de Álvaro que en breve lucirá en Pelayo acompañando a los mitos de la pilota que presiden todo lo que acontece en ´la catedral´.

En esta sucesión de políticos, pilotaris, representantes de Val Net, de la Federació de Pilota, particulares y amigos se vivió uno de los momentos más emotivos de la despedida. Fue cuando Genovés II entregó a Álvaro un recuerdo. Y en el momento de posar ante los medios, el de Faura llamó al padre del primero, Paco Cabanes, El Genovés, para que participase en el posado. Y el trinquet se vino abajo cuando el mito se unió a la leyenda y a su hijo celebrando una foto que pasará al recuerdo.

El propio Álvaro fue el encargado de cerrar el acto dirigiéndose a los presentes. Y como había avanzado en este mismo diario, el de Faura basó su discurso, primero, en dar las gracias, y segundo, en pedir perdón por su carácter. Y para acabar, Álvaro se acordó de sus paisanos y vecinos. Le vino justo acabar ya que el nudo en la garganta fue creciendo y creciendo hasta casi impedirle articular palabra. El respetable, que se percató de la situación, le echó un cable a Álvaro interrumpiéndole con una sonora ovación para que puede tragar saliva y coger aire. Al acabar la partida, esta vez algo totalmente secundario, Álvaro atendió a pie de cancha a los medios visiblemente emocionado. «Ha sido la despedida soñada aunque me hubiese gustado que la partida fuese en consonancia. Pero me quedo con el cariño que he recibido. No sé como agradecer todo esto. Me voy super contento y a partir de este momento surge un nuevo Álvaro que siempre estará a disposición de la pilota» confesó la leyenda.

Cómoda victoria de Genovés II y Javi

En lo estrictamente deportivo, Genovés II y Javi se impusieron sobre Álvaro, Raúl y Carlos por un abultado 60-30. Los dos componentes de la pareja demostraron que en la actualidad son dos de los pilotaris que marcan la diferencia y no dieron opciones al trío. Eso sí, Álvaro protagonizó un buen número de jugadas de mérito que fueron correspondidas con ovaciones.