A dos días para que arranque el Tour de Francia, el Lampre Merida de los valencianos Rafa Valls y Rubén Plaza ya está en Utrecht, donde arranca la primera etapa con la habitual contrarreloj. El de Cocentaina llega a su cuarto Tour con un sueño, ganar una etapa. Ambos valencianos llegan como gregarios de Rui Costa pero Valls no descarta meterse en alguna fuga, sobre todo en las etapas de montaña, y lograr el objetivo que tiene metido entre ceja y ceja, «mi sueño sería ganar una etapa del Tour, meterme en alguna fuga y disputar la victoria». La posibilidad es real ya que el valenciano lleva una temporada muy buena con su victoria en el Tour de Omán y llega en un grandísimo estado de forma, de hecho, él mismo confiesa que es «el año que mejor llego al Tour».

El de Cocentaina y su equipo hicieron el reconocimiento a la cuarta etapa, que coincide con los tramos de pavés „suelo empedrado„ de la clásica París-Roubaix y que es la más temida por los ciclistas. La cuarta etapa del Tour tiene un recorrido de 223,5 km entre Seraing y Cambrai y el año pasado tuvo efectos devastadores en el desenlace de la carrera, sólo favorables al italiano Vincenzo Nibali, vencedor final después de los abandonos „por caídas„ Alberto Contador y del británico Chris Froome. El valenciano confía en superar la primera semana de la ronda gala, lo que más le preocupa al de Cocentaina son las «caídas» habituales en las primeras etapas para llegar «entero a la montaña», su punto fuerte, con el objetivo de dar la sorpresa algún día. El recorrido de esta edición le favorece ya que la ronda solo cuenta con dos contrarrelojs una individual para arrancar y luego la de equipos.

La Vuelta, en el aire

Valls no tiene aún decidido si participará en la Vuelta a España este próximo mes ya que depende de cómo acabe en el Tour de Francia. «Hay muy poco tiempo para recuperar desde el Tour hasta la Vuelta, ni un mes, y las piernas ya pesan. Depende de cómo se de en Francia decidiremos si participamos en la Vuelta o no».