Roser Baello Vidal, valenciana de 42 años, es la única española entre las 18 mujeres que hoy sábado a las 5 de la mañana tomaba la salida al prestigioso y exclusivo Swissman Xtreme Triathlon, en Suiza. Un triatlón de distancia Ironman de punto a punto en el que la dureza viene añadida por los desniveles del país alpino „5.500 m en el segmento de bici, de 180 km; y de 1.000 m en el maratón a pie final„, y la altitud, con pasos en cotas cercanas a los 2.500 metros. Solo 250 triatletas elegidos por sorteo entre miles de aspirantes (preinscritos) de todos los rincones del mundo „apenas seis españoles„ tienen la suerte de estar viviéndolo este sábado en persona. «Me conformo con acabarlo de día», así de simple, que no sencillo, es el objetivo de la valenciana del club Correliana, que ha estado desde el miércoles concentrada en Suiza junto a su entrenador Víctor Gadea y dos amigas.

Profesora de pádel que desconecta con el triatlón

Roser Baello fue pionera en España en doble Ironman, competición que bajo la denominación de DidSpain ganó en categoría femenina en 2010 y en 2011, cuando se celebró en tierras alicantinas durante tres días consecutivos. Esta entrenadora de pádel de 42 años ha sido también subcampeona de España de triatlón de media distancia, disciplinas muy exigentes y alejadas del deporte de raqueta al que se dedica profesionalmente en el CD Atalanta y con el que ha jugado en la selección española de veteranas. «No tiene nada que ver, pero empecé con el triatlón para desconectar del tenis y del pádel en mi tiempo libre, y me enganché». Tanto, que tras su primer Ironman en Zurich en 2008, al que siguieron Niza y Lanzarote, quiso subir el nivel y el año pasado le añadió más montaña con el Embrunman, en los Alpes franceses y considerado el más duro del mundo. «Es la referencia, con desniveles parecidos al de Suiza, y que hice en 15 horas y 50 minutos. Aunque luego no puedes prever. En Suiza no hay premio para el ganador, es más de superación personal. Teniendo en cuenta que salimos a las cinco de la mañana, mi objetivo es acabar de día».

La altura y los desniveles son su mayor preocupación

Residente en L´Eliana, Roser Baello se ha machacado en La Calderona yEspadán, amables sierras valencianas que poco o nada tienen que ver con los Alpes, en los que estará luchando todo este sábado. También en la Siete Picos de Requena, con tal de acumular kilómetros y desniveles en puertos mucho más cortos y asequibles. «Mi mayor preocupación son los desniveles en la bici y en la carrera a pie. En ciclismo son 5.500 metros con tres puertos de 2.000 y 2.500 m y pasos muy altos. Y luego en el maratón hay ocho kilómetros finales con mil de desnivel acumulado», confiesa. La prueba parte de las Islas Brissago, en el Lago Maggiore (196 m), donde nadará 3,8 km hasta Ascona. Desde ahí arrancarán 180 km de ciclismo atravesando los pasos de Gotthard (2.106 m), Furka (2.436 m) y Grimsel (2.164 m). La segunda transición en Brienz (567 m) dará inicio a 42,2 km corriendo a pie hasta la localidad de Kleine Scheidegg, a 2.061 m de altitud.

Segunda opción tras la decepcion de Noruega

El Swissman Xtrem no entraba en los planes de Roser Baello para este año. Pero su preinscripción al Norseman Triathlon en Noruega no fue correspondida con un dorsal en el sorteo, como sí le sucedió con el de Suiza. «Tuve suerte y me tocó, soy la única española entre 18 mujeres y 250 participantes. Son escasos, pero prefieren hacerlo así para no masificar y ayudar a la logística, que en una prueba de punta a punta es más complicada», añade.

Recomienda paciencia y constancia a sus imitadores

La valenciana se las ha visto y deseado para entrenar esta prueba: «He hecho mucho trabajo de musculación, fuerza y resistencia, aunque es difícil aquí en Valencia encontrar cuestas y puertos largos. Voy con mucho volumen de trabajo, más que con desniveles». Y recomienda a aquellos que quieran imitarla que tengan «mucha paciencia». «Yo empecé con triatlones cortos y cada año más largos. Eso hace que perdures, porque si vas muy rápido te quemas y eso puede tener consecuencias negativas en el futuro».