El fallecimiento, después de más de dos años peleando contra un cáncer de piel, de Andreu Martínez el pasado sábado ha conmocionado al atletismo valenciano hasta el punto de que en L´Alcudia, su pueblo natal, el Concejal de Deportes Francesc Martínez, planteará en el pleno de este martes del Ayuntamiento poner su nombre al estadio de atletismo. «Es lo mínimo que podemos hacer, que lleve su nombre. Es un orgullo para todos, el único de nuestro pueblo que ha sido olímpico», reconocía emocionado Martínez recordando los Juegos Olímpicos de Sidney en los que participó representando a la selección española.

«Es una perdida irreparable para todos, era una persona muy vital, muy amigo de sus amigos y con un gran sentido del humor, siempre sonreía al acabar las carreras», comentaba el responsable de deportes de L´Alcudia. Además, afirmaba que «aunque ya estaba retirado de la competición, siguió siempre muy ligado a la Federación y al deporte». Y es que no hay que olvidar que Andreu Martínez formó parte del único relevo español medallista en un gran Campeonato, ya que junto a sus tres compañeros lograron el bronce en el Campeonato de Europa de 1998.

El deportista valenciano, una vez abandonó la competición, se dedicó a hacer marchas y a salir en bicicleta hasta que le llegó su enfermedad hace ahora dos años. «Es una pena muy grande que un atleta acostumbrado a ganar carreras, no haya podido con esta», reconocía el edil del Ayuntamiento de L´Alcudia, consternado todavía por el fatal desenlace.

Ánimo del deporte valenciano

El atleta valenciano fue apoyado el domingo por una gran parte del atletismo valenciano. Vicente Añó, Presidente de la Federación Valenciana, afirmaba sentirse unido a él, «siempre ha sido una persona muy activa en la Federación, nos ha ayudado mucho cuando ha podido». Rafa Blanquer, entrenador del Valencia Terra i Mar, también afirmaba sentirse «totalmente consternado. Ahora lo único que podemos hacer es apoyar a su familia y a Esther, su mujer. Era muy querido por todo nuestro entorno. Además, lamentaba su fallecimiento a una edad tan joven. «Estas cosas siempre son una verdadera desgracia, pero a los 37 años es mucho peor, tenía todo por delante».