Segunda medalla de España en este Mundial y segunda de Ona Carbonell, esta vez un bronce en el solo libre, una demostración de que es ella hasta el momento la única alegría del equipo que ha sumado quintos puestos en el resto de competiciones disputadas hasta hoy.

La española ha finalizado con 94,900 puntos. La medalla de oro fue para la rusa Natalia Ishchenko con 97,2333 puntos, mientras que la china Xuechen Huang ha sumado 95,700 y ha sido plata.

Después de la plata conseguida en el ejercicio técnico, el bronce de hoy refrenda sus buenas sensaciones como solista. Se trata de su decimoctava medalla en unos Mundiales y se convierte, tras Gemma Mengual, en la segunda española más laureada de la historia.

Carbonell ha sumado con la de hoy 18 medallas (1 de oro, 7 platas y 10 bronces), mientras que Mengual alcanza 20 y de mayor calidad: 1 oro, 12 platas y 7 bronces.

La catalana, que no forma parte del equipo y ha centrado su apuesta en el solo y los dúos, mejoró ligeramente la nota que realizó en el preliminar, pero no pudo superar a la china Huang, que la superó en ocho décimas.

El ejercicio de Carbonell se basa en una composición de Raphael Imbert y ofrece una gran dificultad con elementos particulares. Tuvo mejor nota en dificultad (28,600) que en ejecución (28,300), mientras que en impresión artística la media fue de 9,5 puntos.

Sostiene Carbonell el escuálido medallero de España que, a falta de emociones en las pruebas en línea, tenía en la sincronizada su granero particular, algo que ha desaparecido después de una década prodigiosa.

Elasticidad, explosividad y velocidad

Carbonell estuvo hoy a la altura. Es Ona una nadadora diferente, su trabajo en el agua es magnífico porque sabe utilizar su cuerpo de una manera diferenciada al resto y eso la convierte en especial.

Sus posiciones arqueadas, en las que se aprecia su elasticidad, explosividad y velocidad, son fruto de horas y horas de trabajo de biomecánica, donde Andreu Roig tiene mucho que ver, pero también su trabajo físico diferenciado o el que realiza con la francesa Virginie Dedieu, que fue una de las mejores solistas de la historia.

Ona encuentra equilibrios imposibles y diferentes con unas remadas muy particulares. Todo ello le permite lucir, especialmente en el solo como se vio en el técnico y su subcampeonato mundial, al que añade el bronce de hoy.

En el ejercicio libre, la gran triunfadora fue la rusa Natalia Ishchenko con 97,2333 puntos. Su técnica está por encima del resto, en realidad es la escuela rusa la que es de otra galaxia, como se demuestra con sus resultados.

Desde que debutara como solista en 2007, Ishchenko suma diecisiete medallas de oro en los mundiales y eso que falló en la cita de hace dos años. Sólo la francesa Virginie Dedieu, que ahora asesora a Carbonell, fue capaz de ganarla, desde entonces siempre que ha participado es para llevarse la medalla de oro.

La plata ha sido para la china Xuechen Huang, que marcó la pauta durante el preliminar y se ha llevado la plata a 1,5 puntos de la rusa.

A Carbonell aún le queda mañana una nueva oportunidad para aumentar su palmarés, aunque será complicado que lo haga en el dúo libre, en el que compite con Paula Klamburg y con la que consiguió un quinto puesto en el preliminar.

En todo caso Carbonell, derrengada tras el último Mundial, decidió emprender otro camino y únicamente participa en el solo y en el dúo. Seguro que el equipo lo nota y más cuando el grupo está en plena renovación.