Por las venas le corre sangre de futbolista, sin embargo a Sixto Casabona es el golf el deporte que le ha conquistado el corazón. El hijo del que fuera futbolista del Valencia CF en la década de los 80 es la nueva promesa del golf valenciano. A sus 27 años tiene la cabeza bien amueblada y consciente de que sólo unos elegidos llegan a la «Champions»,—como él mismo llama al Circuito Europeo— de este deporte, ha apostado por cumplir su sueño y cualidades para ello tiene, puesto que en su primer año como profesional ya ha conseguido un patrocinador que le permite seguir creciendo y logrando poco a poco sus objetivos. Sixto Casabona quiere dejar su sello en un deporte dedicado para unos elegidos.

En menos de un mes pone rumbo a los Emiratos Árabes para disputar el MENA Tour que pasa por Dubai, Abu Dabi, Doha... destinos de lujo pero en los que él vive alejado de los excesos. Consciente de la situación actual y a pesar de contar con un patrocinador que se hace cargo de todos su gastos, a Sixto II no le gusta derrochar. «Busco siempre los vuelos más baratos aunque haga más escalas y tarde 13 horas en llegar y luego intento ir siempre a apartamento asequibles huyendo de los hoteles caros. El golf tiene fama de caro y elitista pero si te administras no esta caro como la gente piensa» confiesa el valenciano que cuenta con el apoyo del GTA Spano, un coche superdeportivo hecho en Valencia que cuesta 900.000 euros y que esperan captar clientes por los Emiratos Árabes a raiz de acompañar a Casabona a los torneos.

La temporada empezó bien para el nacido en Elche que llegó a estar sexto en el Campeonato de España aunque lo nervios le pasaron una mala jugada y cayó al décimonovemo puesto en el último día, aún así, una gran actuación para un ‘novato’ como él. Ahora llega a los Emiratos en un gran estado de forma y con confianza para hacer un buen papel.

Sixto tiene claro su plan de futuro. En tres años, si todo va bien, espera estar jugando en el circuito europeo. «En Europa hay millones de jugadores de golf y en el Circuito Europeo son solo 100. Comparándolo con el fútbol es cómo si solo jugando la Liga de Campeones pudieras mantenerte, y mira el Valencia lo gran equipo que es y no puede jugarla todos los años porque no es algo fácil» describe Casabona.

Genes con fútbol y golf

Desde bien pequeño comenzó jugando al fútbol siguiendo los pasos de su padre, delantero centro del equipo de Mestalla. En la misma posición jugaba su hijo en las categorías inferiores de L’Eliana. Sin embargo, un día por casualidad, para ganarse unas ‘perrillas’ le cambió la vida. «Yo tenía unos 13 años y estábamos en Denia, mi abuelo me dijo que si le acompañaba a jugar al golf y le hacía de ‘caddie’ me daría una propinilla así que allá que fui» confiesa el joven jugador. Lo que ni él mismo se esperaba es lo que iba a pasar ese día. En su primer golpe, Casabona lanzó la pelota a 140 metros «luego estuve dando mil más y ¡no volví ni a pegarle! ¡No entendía nada! y ahí me empezó a picar el gusanillo». Entonces harto de recibir patadas en fútbol decidió cambiar de deporte con el apoyo de su padre y de su madre, quien lo único que sí que le puso como condición era que estudiara una carrera. «Mi madre sabe cómo es la vida del deportista, lo sabe por que lo sufrió con mi padre, que no había estudiado y al dejarse el fútbol tuvo problemas para encontrar un trabajo. Por eso insistía en que yo tuviera formación».

El valenciano es preparador físico del Club de Golf de Manises donde además de dar clases y organizar las tareas tiene una función muy especial. Los domingos que está en Valencia son un día especial para él. El día en que se olvida de toda la superficialidad del mundo del golf profesional y pone los pies en la tierra, el día que le recuerda quien es y lo afortunado que es. Los domingos, Sixto da unas clases especiales a chicos con discapacidades. «Es una de las cosas que más me llena por dentro. Poder ayudar a la gente y ver cómo disfrutan jugando al golf me llena de alegría» asegura el golfista. Además este trabajo le permite tener unos ingresos que le ayudan ser más independiente.

Casabona quiere cumplir su sueño y para ello trabaja de forma constante, para ir conociendo los circuitos e ir poco a poco adquiriendo la experiencia que le llevará a la ‘Champions League’.