La segunda etapa de la Volta a València-Trofeu Diputació, con salida y llegada en la localidad de Ontinyent, fue dominada de forma casi tiránica por los corredores de la selección holandesa, quienes se encontraron con un terreno rompepiernas ideal para sus características y con la alegría añadida de la presencia en los kilómetros finales de la lluvia, novedad en la historia de las cinco ediciones de esta carrera pero para nada un elemento extraño en el rodar de los ciclistas de los Países Bajos.

La carrera salió, como no podía ser de otro modo, a mil, con muchos ciclistas buscando la escapada en una jornada que se intuía como decisiva en el desarrollo de la Volta a València, competición organizada por la Federació de Ciclisme de la Comunitat Valencia y que tiene en la Diputació de València su mecenas principal. La organización había diseñado un circuito al que los corredores debían dar siete vueltas y que incluía dos subidas, el escenario perfecto para que los más fuertes dictaran sentencia. Y así acabó siendo. Pero antes hubo muchos movimientos.

Si en la primera hora los corredores recorrieron 44,5 kilómetros, lo cierto es que no fue hasta el kilómetro 60 cuando una docena de unidades rompieron la armonía del pelotón con la fuerza necesaria para abrir camino. Ese grupo fue aumentando de corredores con el paso de los kilómetros hasta llegar a ser de 18 unidades y ellos fueron los que se jugaron el triunfo de etapa y más que probablemente el de la general.

Entre los 18 ciclistas había cinco corredores de Holanda, selección que dominó con autoridad. Sólo otro equipo era capaz de tener a más de un ciclista en cabeza: el Liberty Seguros de Portugal. Pero desgraciadamente para sus intereses no consiguieron que estuviera el líder de la carrera, César Martingil, un ciclista rápido pero al que los constantes repechos del trazado de Ontinyent dejaron sin opciones de pelear por el amarillo.

En la última vuelta, se marcharon los españoles Mikel Iturria (Fundación Euskadi-EDP), Aitor González (Ampo) y Javier Ruiz (Lizarte), junto a tres holandeses: Martijn Budding, Joris Nieuwenhuis y Cees Bol. La duda era saber la actitud de los corredores locales frente a tres rivales de un mismo equipo. Decidieron colaborar y a partir de ahí la renta fue aumentando, sobre todo porque entre los doce perseguidores había dos ciclistas de Holanda que ejercían de freno y ocho corredores que se limitaban a esperar acontecimientos. Liberty Seguros trabajaba a destajo pero con sólo dos ciclistas era imposible cazar a los seis fugados.

En los últimos kilómetros Martijn Budding saltaba y lograba unos metros de ventaja, que finalmente fueron tres segundos en línea de meta y que le permiten salir de líder de Ontinyent. La segunda plaza era para su compañero de equipo Jordis Nieuwenhuis, mientras que tercero y con el mismo tiempo entró Mikel Iturria. A partir de ahí, las diferencias crecieron exponencialmente: Cees Bol perdía nueve segundos, Aitor González se dejaba 11 y Javier Ruiz, 16. El resto de aspirantes a la victoria en la Volta a València-Trofeu Diputació ya han cedido demasiado tiempo para que puedan soñar con la pelea por el maillot amarillo. La etapa de Ontinyent se presuponía decisiva. Y lo acabó siendo mucho más de lo esperado€ para alegría de la selección holandesa.

En el podio final estuvieron el alcalde de Ontinyent y presidente de la Diputació, Jorge Rodríguez, así como el presidente de la FCCV, Amadeo Olmos, aunque también se quisieron acercar hasta la competición y saludar a los triunfadores del día el director general de Deportes de la Generalitat, Josep Miquel Moyà, y Rebeca Torró, teniente alcalde de Ontinyent, además de Óscar Borrell, concejal de deportes de Ontinyent.