Valencia tiene un espartano pionero dispuesto a batir todas la metas que se le pongan por delante en la Reebok Spartan Race del próximo 28 de noviembre en la localidad de Paterna. Alejandro Samper, un especialista en las carreras a pie en montaña, se ha hecho un hueco en el panorama Spartan nacional e internacional. Su nombre empieza a aparecer entre el pelotón de corredores de élite y de hecho, el deportista de Sagunto obtuvo la segunda posición en la Reebok Spartan Race Super de Madrid.

Alejandro viene del trail, una modalidad totalmente de montaña, pero se enganchó al modelo Spartan tras correr su primera carrera en Barcelona. «Desde la Spartan Race de Barcelona ya no me pierdo ni una» comenta Alejandro, que ha sido ya 9º en el campeonato de Europa Spartan y se está preparando para el Campeonato Mundial, que se celebrará en Vermonth el fin de semana del 3 y 4 de octubre. Y es que, para Alejandro, lo que hace especial a la Spartan Race es que «une el trail con los obstáculos y es apta para todos los públicos».

Samper recomienda a todo el mundo participar en una prueba de este calibre: «Un evento tan grande como la Spartan en el que se ve una organización a nivel mundial y al lado de casa te obliga a ir para que al menos no te lo cuenten, para que no te fíes de lo que oyes y para que lo experimentes en tus carnes. La gente no se va a arrepentir. A partir de la primera va una detrás de otra».

Sin embargo, también advierte que hay que tener un mínimo de preparación. Para él, lo ideal son tres meses de entrenamientos en los que se prepare la resistencia, la fuerza y las habilidades para los distintos obstáculos, que se pueden entrenar haciendo flexiones o con elementos tan distintos y habituales como bancos de la calle, muros o mobiliario urbano.

Para Alejandro es un reto adicional a su vida particular, porque sufre de diabetes: «Mi afección muestra que todo el mundo puede hacer una Spartan Race como la de Valencia, siempre consigo olvidarla cuando me pongo a correr». Durante las carreras tiene que llevar geles y glucosa en ampollas por si sufre algún bajón de azúcar, pero habitualmente no los emplea e incluso muchas veces los pierde a lo largo de las pruebas por toda la actividad que implica el evento. Además, tiene que compaginar el entrenamiento y la competición con su trabajo, porque no recibe ninguna aportación económica por correr este tipo de pruebas.