Con una cara que denota fastidio y desilusión, Joan Barreda llegó al campamento de Salta después de 15 horas de furgoneta el sábado no como hubiera soñado, sino con un abandono consumado en Uyuni y la impotencia de no poder luchar hasta el final con esa obsesión que acarrea en sus seis participaciones: ganar su primer Dakar.

Tras no haber tomado la salida en la etapa de Uyuni a Salta, el piloto en Torreblanca (Castellón) enterró nuevamente en Bolivia sus ilusiones en su sexta participación en esta prueba de aventura.

Más allá de la forma y la marca, ¿podemos ratificar que Joan Barreda estará en la próxima edición del Dakar?

Por supuesto que estaré en el próximo Dakar y trabajaré más que nunca porque quiero ganar esta carrera. Es un momento difícil porque se te queda en el cuerpo la sensación de que aún no te lo crees y que estás fuera de carrera. Tienes tan interiorizado durante el año las pautas de carrera y los pasos a seguir que, de repente, cuando se trastoca estoy en ese momento que no me acabo de creer que estoy fuera de carrera.

Pero todavía no puede ratificar que será con Honda ¿verdad?

Aún es muy pronto para hablar de cambiar de equipo pero, por suerte, puedo estar donde quiera porque es lo que he elegido hasta ahora y es lo que intentaré hacer en el futuro: estar donde quiera y con la forma que quiera para tener lo que realmente necesito. Algo externo a mí, pero que es de mi responsabilidad, no está bien. Me había preparado para las etapas que venían; hay un trabajo muy grande y de mucho tiempo que no se ha podido mostrar.

(A pesar de las declaraciones de Barreda, el director deportivo de Honda, Martino Bianchi, ratificó que en junio el piloto castellonense de 32 años renovó en junio su vínculo con la escudería japonesa por más de un año, con lo cual sentenció que para la edición 2017 tendrá contrato vigente)

¿Qué sucedió con su moto en Uyuni que le imposibilitó seguir en carrera?

La versión oficial del equipo es un problema de motor del equipo en la cabeza del cilindro. Realmente la moto aguanta tres dakares con situaciones extremas. Ahora tengo que tomar decisiones y lo que tengo en claro es que algo no está bien y tengo que encontrarlo.

La información oficial de Honda además hablaba de un problema físico, ¿cuál fue?

Al estar fuera del Dakar y sin opciones de luchar, además sufrí una fisura en un dedo (pulgar izquierdo). Ayer no podía coger la moto y dar al cien por ciento de mis capacidades a nivel físico. Y tomo la decisión de no salir porque me estoy jugando la vida. Intenté durante 500 kilómetros remolcarme e intenté dar lo mejor posible para salir, ayudar al equipo y ser profesional. Pero cuando faltaban 100 kilómetros me arrastró Paolo (Ceci) contra las rocas y casi me he fracturado el dedo. Ese es el motivo porque valoro que lo que pueda hacer en el resto de la competencia no compensa en continuar en carrera.

Igualmente, ¿le alegraría un triunfo de la marca en este Dakar?

Yo formo parte del trabajo del equipo Honda y puede ser positivo que el equipo gane esta edición del Dakar, incluso me daría una satisfacción personal.

¿Cómo se vuelve al trabajo para prepararse para el próximo año tras esta decepción?

Esta es mi profesión, lo que realmente sé hacer bien, lo que me desvive y lo que me gusta. Es un momento duro pero también en estas situaciones tengo que encontrar de donde agarrarme para volver a dar vuelta esta situación. Un contexto súper adverso con un doble año con problemas mecánicos donde se me escapan todas las opciones y donde al final vuelvo a repetir el fallo. Porque al final el que repite el fallo es Joan Barreda y no Honda.