En Arizona State han ido un paso más allá en su intento de intentar distraer al rival cuando se apróxima a la línea de personal para lanzar tiros libres. Han creado lo que llaman ‘La cortina de la distracción’, que colocan tras la canasta y donde aparecen todo tipo de ‘sorpresas’ para distraer al contrincante.

La última, en su partido contra Oregon, fue Michael Phelps, que por cierto hizo fallar al base Stephen Thompson los dos tiros libres que intentó. Primero se quitó la camiseta para mostrar sus medallas olímpicas, y luego los pantalones para quedarse en calzoncillos. En esta ocasión, eso sí, no tuvo ningún probelma con el alcohol como en el pasado.