Esta temporada, el ciclismo cobra especial relevancia: Xàbia será el punto de salida de la contrarreloj decisiva de la Vuelta Ciclista a España que se disputa entre los meses de agosto y septiembre. Para el municipio supone no solo un reconocimiento desde el punto de vista del deporte, sino también una magnífica oportunidad de acoger un evento competitivo de primer orden y de beneficiarse del impacto global que éste va a generar en medios de comunicación.

Además es una etapa que muy probablemente decidirá al ganador de la la Vuelta a España 2016, con lo que no solo los ojos, sino también el corazón de todos los aficionados del mundo va a estar volcado en ella. Mientras esos aficionados sigan las evoluciones de los favoritos a copar el podio final, no dejarán de ver a través de la pantallas de televisión algunos de los paisajes más increíbles de la costa mediterránea.

Xàbia por su orografía, condiciones climáticas y oferta turística se ha convertido en uno de los lugares favoritos de los equipos ciclistas europeos para entrenar durante los meses de otoño e invierno. Además, también en esta localidad cada vez son más los aficionados que se enfundan el maillot y salen a la carretera a disfrutar de su afición en el mejor entorno posible.

A ello ayudan los 300 días de sol al año de los que disfruta Xàbia, una temperatura media de 18 grados, grandes espacios verdes como el Parque Natural del Montgó y una interesante variedad de zonas llanas y de montaña que se adaptan a todos los perfiles de ciclistas.

Además, toda la Marina Alta ofrece una extensa red de espacios que cada vez son más aprovechados por los amantes de la bicicleta. Es posible iniciar una ruta junto al mar en la bahía de Xàbia y acabar en pleno paisaje de montaña en las serpenteantes carreteras de la Vall de Gallinera o Laguar.

Así, cargar las pilas y preparar la temporada de grandes pruebas, es mucho más agradable. Luego puede que otros se coronen en los Campos Elíseos, pero no se habrán comido un bocata de figatells en el mejor bar de carretera del mundo ni habrán rodado entre almendros y cerezos.