El británico Bradley Wiggins, vencedor del Tour 2012, se mostró convencido de que el uso del motor oculto en la bicicleta "existe desde hace tiempo", idea de la que participa el estadounidense Greg Lemond, tricampeón de la "grande boucle" en los años 80.

"Creo que probablemente existe desde hace tiempo. Al menos hace cinco años que se tiene esta sospecha porque han estado revisando las bicicletas. Es la primera que lo han encontrado, pero estoy seguro de que ha ocurrido en el pasado", señala Wiggins en Cyclingnews.

La UCI introdujo un nuevo reglamento a principios de 2015 para perseguir el "fraude técnológico" a principios de 2015, sin embargo, el caso de la belga Van den Driessche, en los recientes Mundiales de ciclocross, es la primera evidencia concreta de ese tipo de fraude.

Desde el reciente caso de la belga, el debate se ha abierto en las pruebas que se disputan en estos momentos. El excampeón belga Eddy Merckx acaba de señalar en Catar que los infractores deberían ser sancionados "de por vida".

"Estaría de acuerdo con ese castigo, pero tienes que preguntar al atleta. Una cosa es elegir el dopaje en sangre y otra optar por poner un motor en la bicicleta", señaló Sir Bradley Wiggins.

Sobre si pensaba que el uso de un motor era peor que tomar sustancias dopantes para mejorar el rendimiento, Wiggins dijo: "Es diferente, yo no diría que es peor. Creo que los dos malos. Puedo entender que la gente se dopa para obtener beneficios económicos, pero no entiendo lo de poner un motor en la bicicleta porque tienes un extra de 200 vatios en el pedalier. No deja ser lo mismo que lo otro, pero no veo la lógica", dijo.

Wiggins, quien después de Dubai competirá en el Tour de California y la Vuelta a Gran Bretaña, señaló la posibilidad de participar también en el Mundial de pista el próximo mes formando pareja con Mark Cavendish en la modalidad de madison.

También confía Wiggins en que el Tour de Francia invite al equipo que lleva su nombre a la edición de 2017, así como a la París Roubaix.

Por su parte, Greg Lemond, señaló en el reciente Tour Down Under su convencimiento del uso del llamado "dopaje tecnológico". "Sé que existen motores. He montado en una bicicleta con motor y he hablado de ello con su inventor. Si la gente piensa que no existen, se están engañando a sí mismos, así que creo que es una sospecha justificada. Creo que también ha sido utilizado en el pelotón. Parece increíble que alguien lo haga, pero yo sé que es real", dijo.

Para el vencedor del Tour en 1986, 89 y 90 y doble campeón Mundial (83 y 89), se trata "de una manera bastante chocante de engañar" y la UCI debería cortarlo de raíz.

"Es más sencillo de controlar que el dopaje convencional, pero no mirando por el tubo. Necesitas una pistola de calor térmica, que se puede utilizar en la carrera. Se puede ver desde metros si hay una diferencia de calor en el pedalier. Yo se lo recomendaría a la UCI ", concluyó Lemond.