La Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció la apertura de una investigación en torno a la bicicleta de una de las participantes en la carrera sub-23 de los Mundiales de ciclocross en Heusden-Zolder (Bélgica) por sospecha de "fraude tecnológico".

"La UCI confirma que, siguiendo las regulaciones sobre fraude tecnológico, una bicicleta ha sido apartada para una posterior investigación en los controles realizados en la carrera femenina sub-23 de los Mundiales de ciclocross. Esto no afecta a ninguna de las corredoras del podio", explica el comunicado.

La Real Liga Velocipédica Bélga ha confirmado que la bicicleta investigada por presunto fraude tecnológico es la de su corredora Femke Van den Driessche, una de las favoritas en la categoría, que se retiró de la carrera. La corredora belga abandonó la prueba alegando precisamente una avería mecánica en la última vuelta.

Desde hace años en el mundo del ciclismo se viene sospechando que se han cometido fraudes por la adaptación de motores a las bicicletas durante la competición, pero hasta ahora no se ha detectado ninguno en los controles tecnológicos. De confirmarse, sería el primer caso. Los rumores fueron creciendo hace un lustro ante arrancadas prácticamente inverosímiles de Fabian Cancellara en el Tour de Flandes y en la Paris-Roubaix, ambas en 2010, o una caída de Hesjedal en la Vuelta a España 2014 en la que la rueda trasera seguía girando con mucha fuerza. En el pasado Giro de Italia la UCI escaneó las bicis de varios ciclistas, entre ellos el español Alberto Contador, aunque sin encontrar ningún rastro de dopaje tecnológico.