Álvaro Barba ha vuelto a ganar este fin de semana una carrera, pero no en los circuitos ni sobre cuatro ruedas. Lo ha hecho en la Serra Calderona, con zapatillas de correr, y tras 21 km subiendo y bajando sendas, pistas y trialeras. Aunque sevillano de nacimiento (1984), Álvaro Barba pronto se trasladó a la C. Valenciana, donde ha desarrollado su carrera en automovilismo -fue campeón del International GT Open-, al que llegó procedente del karting, especialidad en la que pule este año a seis jóvenes promesas en la Fórmula de Campeones. En 2014 conoció las carreras por montaña de casualidad, y desde entonces las ha compaginado como entrenamientos de calidad entre pruebas y carreras de GT en los circuitos. Ahora que ha saboreado el éxito en el Medio Maratón de la Sierra Calderona, su siguiente reto es ganar un ultra, carreras de más de 100 km en las que ya ha hecho sus pinitos.

«En montaña yo me lo decía, tengo que ganar. Siempre quedaba tercero, cuarto, segundo, y me decía que tenía que ganar una carrera de montaña, y hasta que no lo lograra no iba a parar. Ahora quiero ganar un ultra. Luego no sé qué reto me pondré», así concluía Álvaro Barba su charla con Superdeporte minutos después de proclamarse vencedor en Serra, en una prueba muy especial para él, que reaparecía después de una operación intestinal. «Ha sido mi primera victoria absoluta, llevo desde 2014 corriendo carreras de montaña, y estoy muy contento, pues había estado un mes parado desde la operación el 4 de enero. La recuperación ha sido muy rápida de la operación».

El saguntino se deshace en elogios hacia la organización de la prueba por su reacción «al inconveniente del incendio forestal de Segart del sábado» que no afectó al recorrido de la Media pero sí al del Maratón, que recortaron y reinventaron. «Han trabajado muchísimo» dijo Barba, «muy contento» por esta primera victoria en lo que considera un «hobby» con el que se topó casi de casualidad: «Probé a hacer bicicleta, a correr, y en 2014 salí un día a la montaña con mi cuñada y unos amigos, no lo había hecho en mi vida. Y fue correr ahí y decir que ya no corría más en asfalto, me aburre muchísimo».

Además, salvando los riesgos de una caída y una lesión, el trail le aporta mucho en su preparación, según explicó: «En GT estoy siempre entrenando la parte aeróbica más que el gimnasio, que es más propio de monoplazas y F1. Aquí vas sentado en un habitáculo, con muchas ayudas electrónicas, y al final lo único que cansa es la posición, el estar muchas horas sentado dentro con 50 o 60 grados de temperatura. Se suda mucho y es preferible estar en forma». Eso sí, tiene claro que no deja de ser una afición mientras espera un volante definitivo este año. «Me lo tomo al final como un hobby, un entretenimiento». De hecho, su actual calendario le impide hacer planes a largo plazo. «Si puedo hacer una carrera, la hago, pero me apunto un mes antes o así, siempre estoy pendiente de correr en los GT, que verdaderamente es mi profesión, y es muy difícil tener una planificación en montaña. Si tengo que sacrificar una carrera de trail lo haré, pues es mi segunda o tercera opción, no mi estilo de vida. Por ejemplo, la semana que viene tengo un tests de GT, y tengo que estar pendiente de todo esto, porque en la montaña sí que te puedes hacer mucho daño».

Por eso, más que el triunfo, a Barba lo que le llena es saberse en forma. «Lo mejor es ver que estoy bien, recuperado del susto y de unas navidades malas en el hospital. Pero en 2016 he ganado un trail y voy a hacer tests de GT. A ver si puede ser este mi año», vaticinó a la espera de poder correr algún día el FIA WEC o el European Le Mans Series.