Desde 2001 hasta 2014 Fernando Belasteguín formó junto a Juan Martín Díaz la mejor pareja de la historia del pádel. 13 años ininterrumpidos como número 1 de mundo, 165 trofeos en 185 finales y récord de imbatibilidad con 1 año y 9 meses sin conocer la derrota. Pero en 2015 Bela decidía iniciar una nueva aventura, dar un giro a su carrera. La pareja invencible se disolvía y el argentino iniciaba un nuevo rumbo con el brasileño Pablo Lima como compañero. Las dudas se disiparon pronto; Bela, con su nueva pareja, seguía mandando en el Circuito. El año pasado, en su primera temporada juntos se coronaban ya como los reyes del World Padel Tour y este año aspiran a repetir éxito.

Bela y Lima vienen de ganar en Gijón, en la primera prueba del Circuito y en Valencia, que estos días acoge el Pádel Estrella Damm Valencia Master que se celebra en Feria Valencia, vuelven a ser la pareja a batir. No en vano, son los vigentes campeones. Algo que sin embargo, no preocupa demasiado a un hombre de la experiencia de Bela «hemos venido a Valencia con muchas ganas y mucha ilusión y por supuesto, a intentar revalidar el título que conquistamos el año pasado. Es normal después de todo lo que logramos, primero con Martín y ahora con Pablo, que nos señalen como favoritos. Todo el mundo piensa que para nosotros es muy fácil ganar pero por ejemplo en Valencia hubo 96 pareja inscritas y sólo gana 1. Ganar es lo extraordinario pero en nuestro caso, hemos hecho de lo extraordinario un hábito. Yo tengo más llamadas en mi móvil cuando pierdo que cuando gano».

Después de dominar el World Padel Tour en 2015, Bela y Lima vuelven a ser favoritos este año «Nosotros mismos nos pusimos el listón tan alto que esta temporada si ganamos 5 ó 6 torneos, algo que ninguna pareja ha logrado en los últimos años (porque la pareja número 1 lo ganaba todo) parecerá poco, muchos dirán que hemos hecho una mala temporada».

Para Pablo Lima, la igualdad cada vez es mayor en el Circuito: «Somos conscientes de que vamos a perder más partidos, porque la gente va mejorando. Nosotros vivimos el día a día, partido a partido, esperamos jugar mejor que el año pasado pero si hay alguien mejor, le felicitaremos, le daremos la mano y no pasa nada».

Pese a todo lo logrado, Bela, que pronto cumplirá 37 años sigue conservando la misma humildad y profesionalidad que cuando empezó: «yo sé que en cada torneo me estoy jugando el pan de mis hijos. Cada partida me la tomo muy en serio, nunca hay que menospreciar al rival, en cualquier momento, la pareja número 20 del mundo puede ganarnos. No me relajo ni en los entrenamientos ni en los partidos».

Bela y Lima han logrado ser la pareja perfecta, la experiencia de uno se compensa con la juventud del otro: «Pablo me ha dado la motivación que necesitaba par jugar los últimos años de mi carrera. Somos muy parecidos dentro y fuera de la cancha. Y además, juega mucho mejor que yo, tengo que esforzarme para estar a su altura», destaca Bela. Mientras, para Lima, al quien ya le tocó ‘sufrir’ a Bela como rival cuando durante varios años formó junto a Juani Mieres la pareja número 2 del mundo, jugar con el más grande supone «un privilegio. Lo que más me gusta de él es que pese a llevar 14 años como número 1 no ha perdido el entusiasmo, lo da todo en cada entrenamiento y en cada partido. Cuando juego a su lado sé que sólo tengo que preocuparme de mí, que él hará su parte perfectamente».

Por eso el brasileño no se lo pensó cuando Fernando Belasteguín le propuso ser su pareja: «es como cuando juegas al fútbol y te hace una oferta un equipo mejor. No podía rechazarla».

Pablo Lima ha dejado ya atrás la grave lesión que se produjo en la última prueba del Circuito 2015, cuando se rompía el radio de su brazo derecho: «fue duro, me pusieron placas, tornillos... pero ya estoy totalmente recuperado. En Gijón no me resentí y en Valencia estoy jugando bien».

Bela y Lima, que residen en Barcelona, dedican unas 5 horas diarias a entrenar: «El pádel a nivel profesional es muy duro, requiere mucha coordinación y resistencia», destaca Bela que como buen argentino, también se dejó seducir por el fútbol en su juventud: «Yo jugaba al fútbol hasta los 13 años pero era defensa y los clubes buenos iban a buscar a los que hacían goles. Vi que con el fútbol no tenía futuro y con el pádel se me abrían muchas posibilidades».

Para Bela y Lima, el torneo de Valencia está a la altura de los mejores aunque confiesan que les gustaba más la anterior ubicación en el Ágora: «Valencia es una ciudad fantástica donde el público responde mucho, pero aunque Feria Valencia es un recinto espectacular y la pista es muy buena, ojalá vuelva al Ágora, jugar en un edificio tan emblemático a nivel mundial es muy bueno para el pádel y la cercanía del público es mayor».

Ambos coinciden también en que cada vez hay más igualdad: «este año es difícil señalar favoritos, cualquier pareja puede ganar un torneo», afirma Bela. «El pádel está creciendo a paso de gigante, los torneos cada vez son mejores en su estructura, los montajes... Es un deporte que se está abriendo a nivel internacional, buscando nuevos mercados. Tiene un gran futuro», asegura Lima.