El presidente de la Federación Rusa de Atletismo (FRA), Dmitri Shliajtin, aseguró hoy a Efe que Rusia no es "un monstruo del dopaje" y denunció una conspiración para impedir que este país dispute los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

"Alguien está haciendo todo lo posible para que Rusia no compita en los Juegos Olímpicos y no sólo los atletas, sino también el resto de deportistas", dijo en alusión a las continuas revelaciones sobre un presunto programa estatal ruso de promoción del dopaje.

Shliajtin admitió que, como quedó demostrado en noviembre pasado, cuando la FRA fue suspendida por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Rusia tenía desde 2005 "un problema de dopaje" que se extendió como un cáncer durante los Juegos de Pekín y Londres (2008 y 2012).

"Pero no es un problema exclusivo de nuestro país. Es como con las drogas. En otros sitios ni beben, ni fuman, ni se pinchan. Sólo en Rusia. Pillaron a 140 futbolistas dopándose en la liga inglesa. ¿Por qué no hubo una investigación? ¿Por qué no sabemos nada de eso?", inquirió.

Reconoce que las recientes acusaciones de dopaje en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (2014) vertidas por el antiguo director del laboratorio de Moscú, Grigori Ródchenkov, han sido "un shock", tanto para Rusia como para el resto del mundo.

Pero se pregunta porqué Ródchenkov negó categóricamente hace seis meses la manipulación de las muestras de orina y ahora, que se encuentra exiliado en Estados Unidos, admite públicamente la trama.

"Perdió la cabeza. Todo esto es un culebrón como Santa Bárbara", señaló Shliajtin, quien desafió a imaginarse el efecto que puede producir en el organismo la mezcla de alcohol y anabolizantes, en alusión al cóctel que Ródchenkov proporcionaba a los deportistas en Sochi.

Aseguró que "no tiene lógica" que el Estado ruso invierta miles de millones para promover el deporte y, a la hora de la verdad, premie únicamente a "un grupo de tramposos".

"No es verdad. Sí cazábamos a los dopados, pero no a todos. Todo dependerá de la investigación del COI, de cuáles serán sus conclusiones y de si se pueden demostrar (las acusaciones de Ródchenkov)", subrayó.

El presidente de la FRA asegura que desde que él asumió el cargo la federación "ha cumplido con el 80 por ciento" de los criterios planteados por la IAAF, que tomará el 17 de junio en Viena una decisión definitiva sobre la participación de los atletas rusos en Río.

"Nosotros hicimos todo lo que depende de nosotros, pero hay cosas que dependen del Estado, de las fuerzas de seguridad y del Ministerio de Deportes. Estoy seguro de que para el 17 de junio estará todo solucionado", aventuró.

Entre otras cosas, recordó que la FRA es "una estructura totalmente nueva", con una nueva directiva, un nuevo grupo de técnicos, un nuevo entrenador jefe -Yuri Borzakovsky- y un código de honor, además de cerrar la famosa fábrica de marchadores de Saransk, implicada en la trama de dopaje.

Al mismo tiempo, insistió en que ha pasado "muy poco tiempo" desde la suspensión de la FRA y que "no se puede curar a un enfermo en tres horas si éste tiene cáncer".

"Todo se solucionará gradualmente, pero que ahora estamos completamente abiertos y transparentes es un hecho. No hay secretos. No nos inmiscuimos en las pruebas antidopaje", apuntó, en respuesta a las últimas acusaciones de la prensa británica de que Rusia sigue encubriendo a los dopados.

Recordó que, de acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje, dos expertos extranjeros encabezan el laboratorio antidopaje de Moscú y que un grupo de 228 atletas rusos deben ser sometidos, "como mínimo, de 3 a 6 pruebas dentro y fuera de la competición" antes de Río.

"¿Cuál es el problema? Ya han pasado cinco meses. Esa gente está totalmente controlada. Los test son regulares. De esa forma se puede ver la imagen real del atletismo ruso (...) y se puede permitir tranquilamente a los deportistas rusos ir a los Juegos, ya que están limpios", indicó.

Cree que "lo importante es que no haya política y que no se repita lo ocurrido en Eurovisión", con la victoria de la representante ucraniana, Jamala, cuando el cantante ruso fue el más votado por el público.

"¿La prensa? Que escriba lo que quiera. Los que deciden son los técnicos. Tienen mucha documentación en sus manos", indicó. En caso de que la IAAF no levante la suspensión, "será una de las páginas más negras del atletismo ruso" y "una responsabilidad que recaerá sobre quién lo tome". "Los limpios pagarán por los tramposos", advirtió.

En cualquier caso, reconoce de que, en caso de una decisión positiva, los atletas rusos partirán con desventaja, ya que llevan seis meses sin competir internacionalmente y sólo tendrán el Europeo y un par de certámenes para ponerse a punto.

"Para los rusos, cuanto peor, mejor. El equipo es fuerte. En muchas disciplinas somos los mejores del mundo", dijo Shliajtin, quien adelantó que los rusos se concentrarán en Faro (Portugal) dos semanas antes de partir rumbo a Río para mejorar su aclimatación.