Catorce deportistas rusos figuran en la lista de nuevos positivos por dopaje en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, ocho de ellos medallistas en esa competición, investigada por el Comité Olímpico Internacional (COI) y filtrada este martes por el canal de televisión rusa Match TV.

Entre los ocho atletas acusados que ganaron medallas en los Juegos de la capital china está Anna Chicherova, bronce en salto de altura en 2008 y oro en los Juegos de Londres 2012, que también están siendo investigados por el COI.

En caso de que Chicherova dé positivo en la competición londinense, la española Ruth Beitia, que quedó cuarta, subirá al podio como medalla de bronce.

La atleta rusa confirmó que ha recibido una notificación del COI sobre el positivo por dopaje en Pekín y, tras declararse inocente, adelantó que acudirá a los tribunales en caso de que el análisis de las muestras B también resulte acusatorio.

La lista revelada por Match TV incluye a las subcampeonas olímpicas en relevos 4x400 Anastasia Kapachinskaya (campeona del mundo en 2003 y de Europa en 2010) y Tatyana Fírova (también plata en Atenas 2004 y Londres 2012).

Entre los medallistas de Pekín acusados también están Denis Nizhegorodov, bronce en 50 kilómetros marcha en 2008 y plata en 2004; María Abakumova, plata en lanzamiento de jabalina; Ekaterina Volkova, plata en 3.000 metros obstáculos; Nadezhda Evstyukhina y Marina Shainova, bronce y plata en halterofilia, respectivamente.

Inga Abitova, campeona de Europa en marcha 10 kilómetros en 2005 y 2006; Yulia Chermoshanskaya, campeona de Europa en relevos 4x400 en 2010 y 2011; Alexander Pogorélov, bronce en los campeonatos del mundo de decatlón en Berlín 2009; y Alexander Kornílov, campeón de Europa y subcampeón del mundo en remo, cierran la lista de campeones internacionales, participantes en Pekín, sospechosos de dopaje.

Denís Alekseev (relevo 4x400) e Iván Yushkov (Lanzamiento de peso), dos deportistas menores a escala internacional que compitieron en aquellos JJOO, también están entre los acusados.

El COI anunció hace diez días que el análisis con las técnicas más avanzadas de 454 muestras guardadas desde los Juegos de Pekín había arrojado 31 nuevos positivos, correspondientes a deportistas de 12 países y de seis modalidades distintas.

Además de las 454 muestras de Pekín ya analizadas, hay otras 250 de Londres 2012 "en proceso", explicó el presidente del organismo internacional, Thomas Bach, quién subrayó que las sanciones -pendientes aún de los resultados de los contraanálisis- tendrán en cuenta "tanto la responsabilidad individual como la colectiva".

Los castigos pueden ir desde una suspensión de por vida a la prohibición de participar en los Juegos o la sanción a toda una federación.

El ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó, advirtió hoy de que la expulsión del equipo olímpico ruso de los JJOO de Río de Janeiro por presunto dopaje de Estado sería comparable a los boicots de los Juegos de Moscú 80 y Los Ángeles 84.

"Será una vuelta a los tiempos de los boicots. Puedo asegurar que el Estado nunca ha apoyado ni apoya a las personas que se dopan", dijo Mutkó a los periodistas rusos.

En 1980, Estados Unidos y sus aliados boicotearon los Juegos de Moscú tras la entrada de tropas soviéticas en Afganistán, y cuatro años más tarde, la Unión Soviética y los países del bloque socialista no acudieron a las Olimpiadas de Los Ángeles.

Tras los recientes escándalos con el dopaje masivo en el atletismo ruso y el consumo masivo entre los deportistas rusos del meldonium, un fármaco cardiovascular prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje, nuevas revelaciones periodísticas han apuntado en los últimos días al dopaje en los JJOO de Invierno de Sochi 2014.

El antiguo director del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigori Ródchenkov, y el funcionario de la Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA), Vitali Stepánov, han denunciado a medios estadounidenses que decenas de deportistas rusos, incluidos al menos 15 medallistas, fueron dopados en Sochi por las propias autoridades del país anfitrión.

Ródchenkov admitió que él mismo suministró a los deportistas un cóctel de tres esteroides anabolizantes -metelona, trenbolona y oxandrolona-, que les permitía recuperarse rápidamente de los entrenamientos de gran intensidad y competir al máximo nivel durante varias jornadas consecutivas.

Además, relató que presuntos agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) manipularon durante el transcurso de los Juegos Olímpicos las muestras de orina para evitar que los deportistas rusos fueron descubiertos.

Aparentemente, el método dio resultado, ya que, después de quedar en sexta posición en los Juegos de Vancouver, los deportistas rusos lograron en Sochi 33 medallas, trece de ellas de oro, diez más que en tierras canadienses, lo que les permitió lograr contra todo pronóstico la primera posición en el medallero por delante de EEUU.